Encomendar en las manos de Dios los proyectos de nación al iniciar el 2021. Monseñor Rolando Alvarez

Monseñor Rolando Alvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, presidió la Santa Misa en la solemnidad de Santa María Madre de Dios y 54 Jornada Mundial de Oración por la Paz, en la Iglesia Catedral San Pedro Apóstol de Matagalpa, donde invitó a colocar en las manos de Dios los proyectos personales, laborales, familiares y de Nicaragua, y se refirió a aspectos que debe reunir un proyecto de nación.

Al finalizar la celebración se hizo un recorrido con Jesús Sacramento por el interior del templo, que contó con presencia de fieles guardando todas las medidas de prevención ante la pandemia del COVID-19.

MENSAJE DEL OBISPO DE MATAGALPA
1º DE ENERO DE 2021

CON ESPERANZA INICIEMOS EL NUEVO AÑO QUE DIOS NOS CONCEDE

“Terminamos el año 2020 con la ternura de la Navidad, que es la ternura de Dios sobre una humanidad afligida y sufriente”; y damos inicio a un nuevo año con esta misma ternura, reflejada en la alegría y el afecto de Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, todo esto es signo del amor y la misericordia de Dios que no nos abandona y estará con nosotros en todos los días y meses del nuevo año 2021.

Otro gesto que manifiesta la ternura de Dios en este tiempo, es la proclamación que realizó el Papa Francisco de este año como “el Año Santo Especial de San José quien es caricia de Dios para la humanidad entera al verse ésta y sentirse protegida y custodiada por el que cuidó, custodió y protegió a aquel Niño inerme, débil y frágil, Hijo de Dios, Salvador, que nació de su esposa por obra del Espíritu Santo: otro signo de esperanza que viene de Dios” (Mons. Antonio Cañizares Llovera. Arzobispo de Valencia – 30/12/2020).

Queridos hermanos y hermanas: Contemplando el amor y la ternura de Dios en Jesucristo recién nacido en un pesebre y el afecto y devoción que recibe de su Madre, iniciemos este nuevo año con renovada esperanza e ilusión, depositando en las manos misericordiosas de Dios nuestras vidas, familias, amigos y seres queridos, encomendemos a Él la salud y los proyectos, y de manera especial a nuestra Nación, porque en este año 2021 debe prevalecer el amor a la Patria.

El 2021 nos espera con grandes retos, “en nuestro Mensaje del 15 de septiembre del 2019 los obispos nos preguntamos, -¿Cómo poder contribuir a la solución de los acuciantes problemas sociales, políticos y responder al gran desafío de la pobreza y la exclusión?… la desigualdad económica, el desempleo y la falta de oportunidades, parecen un mal endémico difícil de corregir, condenando a la exclusión injusta y a la invisibilidad a varios colectivos sociales, como son, inmigrantes, mujeres, jóvenes, personas con capacidades diferentes, grupos étnicos, entre otros-. En ese mismo mensaje, los obispos recordamos que -el amor a la Patria que debe prevalecer por sobre todos los bienes particulares, si es tal,… tiene que ir unido a los pilares que dan sustento a toda convivencia: la verdad, la justicia, la libertad, la fraternidad, la solidaridad-.”

“… como Iglesia aspiramos a la construcción de una grande y prospera nación nicaragüense, construida sobre los cimientos de la verdad, la justicia, la equidad, la inclusión y administrada por un Estado social y democrático de Derecho funcional que tenga como centro gravitacional a la persona humana y su dignidad”.

Muy queridos hermanas y hermanos, esto es posible con la ayuda de Dios. “No lo dudemos, no se angustien, no pierdan en ningún momento la certeza y seguridad que Dios va con nosotros llevando la embarcación de nuestra historia patria”.

“No nos distraigamos, esperemos y trabajemos por lograr esa Nicaragua con visión de nación, donde juntos como hermanos, como hombres y mujeres honestos y capaces, sin ambiciones personales egoístas, construyamos unidos un país institucional, en el marco de la ley constitucional donde se superen las visiones sesgadas, parciales, grupales y partidarias, pensemos como nación”.

“… el Señor nos ayudará en este nuevo año a construir juntos una gran nación donde los primeros protagonistas sean los pobres, los campesinos, las mujeres y los jóvenes” porque “la opción preferencial por los pobres sigue siendo urgente en nuestra América Latina, en nuestra patria, con programas y proyectos que beneficien y promuevan humanamente a los más vulnerables, con un proyecto de nación con un claro perfil de justicia social, en donde las riquezas naturales materiales y económicas sean equitativamente distribuidas sin miedo”.

No dudemos, no perdamos en ningún momento la certeza que el Señor nos salvará “de la arrogancia y la prepotencia, de esos males endémicos en el corazón humano para construir juntos un mundo, un país fraterno donde todos nos miremos a los ojos, sin tenernos miedo, donde haya liderazgo con visión de nación, donde se establezca en la base una economía libre, libre sí pero solidaria, fraterna, inclusiva y justa socialmente, una economía ética”.

“Los nicaragüenses, todos los sectores sociales estamos llamados a construir este gran proyecto de nación para lograr un camino común que nos permita salir de la crisis y de la extrema pobreza”. Pero también un proyecto de nación ambiental, que coopere “en la recreación de la creación que conlleva el cuido de la tierra, del agua, los bosques y el aire fresco; todos desde nuestra particular condición tenemos una cuota de responsabilidad sobre los efectos que evidencian un acentuado cambio climático”.

Concluyo mi reflexión con el Mensaje del Papa Francisco, para esta 54 jornada mundial por la paz, de hoy 1 de enero 2021: titulado La cultura del cuidado como camino de paz:

“En el umbral del Año Nuevo… A todos les hago llegar mis mejores deseos para que la humanidad pueda progresar en este año por el camino de la fraternidad, la justicia y la paz entre las personas, las comunidades, los pueblos y los Estados” (n. 1).

Los “eventos, que han marcado el camino de la humanidad en el último año, nos enseñan la importancia de hacernos cargo los unos de los otros y también de la creación, para construir una sociedad basada en relaciones de fraternidad… He elegido como tema… La cultura del cuidado como camino de paz… para erradicar la cultura de la indiferencia, del rechazo y de la confrontación, que suele prevalecer hoy en día (n. 1).

La cultura del cuidado, como compromiso común, solidario y participativo para proteger y promover la dignidad y el bien de todos, como una disposición al cuidado, a la atención, a la compasión, a la reconciliación y a la recuperación, al respeto y a la aceptación mutuos, es un camino privilegiado para construir la paz. «En muchos lugares del mundo hacen falta caminos de paz que lleven a cicatrizar las heridas, se necesitan artesanos de paz dispuestos a generar procesos de sanación y de reencuentro con ingenio y audacia» (n. 9).

Puedes leer:“En el 2021 los nicaragüenses esperamos Año Nuevo prometedor”. Monseñor Rolando Alvarez

En este tiempo, en el que la barca de la humanidad, sacudida por la tempestad de la crisis, avanza con dificultad en busca de un horizonte más tranquilo y sereno, el timón de la dignidad de la persona humana y la “brújula” de los principios sociales fundamentales pueden permitirnos navegar con un rumbo seguro y común. Como cristianos, fijemos nuestra mirada en la Virgen María, Estrella del Mar y Madre de la Esperanza. Trabajemos todos juntos para avanzar hacia un nuevo horizonte de amor y paz, de fraternidad y solidaridad, de apoyo mutuo y acogida (n. 9).

Fotografías: Manuel Antonio Obando Cortedano.
Diócesis Media. 2021