Adviento: Camino de esperanza en medio del dolor. Monseñor Rolando Alvarez

 “Hoy iniciamos un camino de esperanza, hay muchos que iniciaron camino de dolor y sufrimiento, hay muchos hermanos y hermanas que empiezan el camino de la migración, del exilio, pienso en ellos, en la angustiosa decisión tomada”, dijo Monseñor Rolando José Alvarez Lagos, Obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, en la homilía de la santa Misa dominical el primer domingo del tiempo de Adviento, en la Iglesia Catedral San Pedro Apóstol de Matagalpa, el 28 de noviembre.

En la celebración un grupo de jóvenes recibieron el sacramento de la Confirmación.

Significado del Adviento:

El tiempo de Adviento es un tiempo de profunda esperanza, porque Cristo viene a acompañar a su pueblo, al pobre, al que sufre, “desde el día en que Dios se hizo carne se inició la plenitud de los tiempos, se iniciaron los últimos tiempos, entonces esos signos que nos hablan de estos tiempos últimos nos llaman a la conversión, a volver la mirada y el corazón a la presencia del reino de Dios”.

“Es a este hijo del hombre al mesías, al hijo de Dios vivo, al Emmanuel, al Dios con nosotros, al Dios hecho niño, con los ojos abiertos a quien tenemos que contemplar y hacia quien tenemos que caminar y convertirnos, esa presencia de Dios que nace entre nosotros es nueva y liberadora”.

Tiempo de esperanza y liberación:

“El Adviento es un tiempo cargado de esperanza y liberación, muy significativo en estos momentos para los nicaragüenses, de esperar tiempos nuevos, mejores tiempos, es un tiempo de buscar los cielos nuevos y la tierra nueva que el Señor nos promete no sólo en su segunda venida sino desde ya al hacer las buenas obras. El Adviento nos levanta nos pone en pie y nos ayuda a pensar en un futuro que es ya presenta, porque las cosas gloriosas del reino del cielo son una fuerza interior que nos hace ponernos de pie y levantar la cabeza para seguir trabajando con nuestro granito de mostaza fortaleciendo la vida interior, la vida personal, para hacer una gran fraternidad entre nosotros, entre los de a pie, entre los de la calle, levantándonos entre nosotros y siendo buenos samaritanos”.

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“Entre los nicaragüenses hemos de practicar con urgencia la espiritualidad del buen samaritano”, indicó.

Redacción y Fotografías: Manuel Antonio Obando Cortedano.

Diócesis Media.