En medio de la Pandemia del COVID-19 la parroquia Santa Lucía, Ciudad Darío, celebró la solemnidad de la Asunción de la Virgen María con la Santa Eucaristía virtual que presidió el presbítero Vicente Martínez, párroco, el 15 de agosto.
El sacerdote expresó que como católicos “vemos en la Virgen María la fe obediente, su libertad y servicio a quienes estaban consagrados a Dios, y amor al prójimo”.
Continuó preguntado a los fieles que se unían virtualmente a este fiesta: “¿Cuántos de nosotros hemos destruido con nuestra lengua? O ¿A cuántos de nosotros nos han destruido?, La Virgen María nos recuerda que la única misión del cristiano en esta tierra es llevar buenas noticias, llevar el Evangelio, la alegría, la paz, al Espíritu Santo para que llene el corazón y se desborte hasta tocar lo más duro en él».
Reflexionar sobre la dignidad:
“Dios cuando encuentra a personas capaces de llevar buenas noticias, se lleva la alegría, se lleva la esperanza, la paz, y la concordia, vemos en la Virgen María y en santa Isabel que la familia es el escenario de grandes diálogos, es el ambiente donde se aprende a dialogar, se aprende a convivir, se aprende a perdonar, es el lugar donde se enseña la justicia, donde se aprende a rezar, a vivir en paz con dignidad, a crecer en los valores cívicos, como el amor a la patria, los valores morales como el bien común, la honestidad, honra, nobleza, responsabilidad y el compromiso a la palabra dada”, manifestó.
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«El cristiano autentico, es leal y en Nicaragua se ha pisoteado la dignidad humana de la persona, por otras personas que viven ambicionadas de dinero, causando guerras, dividendo familias por pleito de poder. Necesitamos estar dispuestos a sacrificar el egoísmo de corazón, el egoísmo de nación, de raza, de ideología, de grupos o individuos», finalizó el padre Martínez.
Redacción: Josary Vargas.
Parroquia Santa Lucía.