Con el miércoles de ceniza inician los 40 días en la que los cristianos permanecen en oración, reflexión y se preparan para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Los fieles de la Parroquia San Juan Bautista, Muy Muy, asistieron a las Eucaristías y se les impuso la Ceniza en su frente, el Padre Luis Tòrrez, quien presidió la segunda Eucaristía comentó a los fieles que la invitación en este primer día de cuaresma es “Volver la mirada a Cristo Crucificado”.
La parroquia de Muy Muy atendiendo las orientaciones de la Diócesis de Matagalpa realizaron cuatro Eucaristías en el templo parroquial y se llegó hasta los lugares de los presentes para hacer la imposición de Ceniza y evitar las aglomeraciones. Cada día se refuerza el equipo de protocolo para brindar un mejor servicio a los fieles que se disponen a vivir este tiempo con devoción y con un propósito para crecer espiritualmente.
La Cuaresma es ver el rostro de Cristo sufriente:
El padre Tórrez al iniciar con su homilía hizo énfasis que en el tiempo de Cuaresma el ayuno, la oración y la limosna es fundamental y que no se debe caer en la tentación de creer que estas son palabras trilladas para este tiempo, recordó que la Cuaresma es ver el rostro de Cristo sufriente en los demás, es acompañar al que sufre, al que necesita un momento de amor y que simplemente es un hacerse pequeño con los hijos de Dios.
Cuaresma y contexto actual:
“A lo largo de esta cuaresma las lecturas pondrán su atención en el tema de la alianza y en el ministerio pascual de Cristo, son dos cosas que la liturgia intentará adentrarnos al misterio de Cristo mediante la escucha de su palabra, y hoy hermanos si hacemos una remembranza de todo lo que hemos vivido en estos dos últimos años nos damos cuenta que hemos sido sacudidos por acontecimientos duros y dolorosos tales como: Desastres naturales, injusticias y el ambiente de pandemia que aún lo vivimos y que ha causado muerte, separaciones de familias, pobreza y hambre”, señaló el religioso.
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“Quizás hermanos entramos en esta Cuaresma con mucho odio, resentimiento, soberbia, problemas familiares y entramos casi con el corazón en la mano, donde pareciera que nada tiene sentido, y por lo tanto hoy más que nunca será necesario acercarnos a Jesús porque estamos llamados a ser discípulos auténticos de él, es decir, responder al amor de Dios para que nosotros seamos la huella del mismo Dios en nuestras vidas, porque las personas que están convencidas de quien es Dios en su vida, en esta Cuaresma no estarán tristes y vivirán una vida de alegría”, explicó.
Finalmente, expresó: “Para el cristiano la Cuaresma es un tiempo de verdadero cambio y renovación, es un tiempo para volver a respirar y poner en orden tantas confusiones y entablar relaciones auténticas para llegar a la salvación”.
Redacción: Hilda Bermúdez.
Diócesis Media, Parroquia San Juan Bautista Muy Muy.