“Unidos para defender la vida”. Padre José Luis Díaz

En este año de la Familia y San José, en la Quinta Semana de Cuaresma y en vísperas de la Semana Santa, el Presbítero José Luis Díaz Cruz ha exhortado al pueblo católico a la unidad para cumplir con su deber y derecho de defender la vida de los inocentes.

El Padre Díaz Cruz, en su homilía sobre el Evangelio de San Juan (Jn 11,45-56), en la Santa Misa matutina en Catedral San Pedro, ha reflexionado como los fariseos y sumos sacerdotes, se han reunido y han decidido arrebatarle la vida a Jesús, al inocente, porque era inaceptable su testimonio y no lo reconocen como un profeta cercano al pueblo, ni lo aceptan como Hijo de Dios. También nosotros debemos hacernos la pregunta, ¿Quiénes somos nosotros para quitarle la vida al inocente, al que no se puede defender?

Continuando con su homilía, afirmó que como católicos y cristianos, la defensa de la vida es siempre un derecho y un deber irrenunciables. A la persona inocente, indefensa, siempre se le debe defender su derecho a la vida. Defender la vida es un tema que nunca se debe poner en debate no debe ser objeto de discusiones, siempre debemos decir “si a la vida”.

Hoy en día se entorpece el derecho a la vida, que Dios quiere traer al mundo, no solamente con aquellas prácticas como el aborto, que eliminan la vida desde la concepción, sino también con aquellas acciones después de haber nacido como los asesinatos, las violaciones de derechos, los encarcelamientos, la eutanasia, con las que se le quitan la vida al inocente.

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En este evangelio hemos notado como quieren quitarle la vida a Jesús, teniendo como primera intención sus intereses. Les preocupa que crean en Jesús y la preocupación de la nación. En la actualidad Asambleas y Congresos en el mundo se reúnen para aprobar leyes que están en contra del inocente, porque lo que le importa es la economía y bienestares personales, sin importar asesinar. 

Manifestó que, Jesús vuelve a Jerusalén y nosotros como sus discípulos, debemos ser testigos de su sufrimiento, de su cruz, de su pasión, pero también de su resurrección y proclamarlo como aquél que murió por la unidad del pueblo. Hoy la Iglesia, la familia y la sociedad tienen que luchar por la unidad, como nos enseñó Jesús, porque al contrario Satanás quiere la división, la dispersión, los odios y los remordimientos. El Presbítero Díaz Cruz finalizó su homilía, con una súplica a la Santísima Virgen María para que ella nos ayude a través de la Palabra, a buscar a Jesús para llenarnos de su misericordia, para trabajar por la unidad como un solo pueblo, pero sobre todo, para salvar la vida principalmente de los que no se pueden defender.

Reyna Isabel Martínez Zelaya.

Diócesis Media Catedral San Pedro.