En el cuarto domingo de Cuaresma, domingo de Laetare (Alegría), el padre Salvador López de la Parroquia San Juan Bautista en Matagalpa, en su homilía resaltó la alegría de Cristo encarnado, esa alegría de la salvación, la alegría de tener un Dios lleno de amor que ama y que mandó a su único hijo para la salvación del mundo entero.
También mencionó que “Dios quiere la salvación del pecador, estamos invitados a amar a ese Dios único y verdadero que es la luz que ilumina al mundo y todas las tinieblas. Debemos de acoger esa luz en el sacramento de la reconciliación, confesando nuestros pecados para recibir el perdón, la luz de Cristo en medio de nuestras tinieblas y confiar en Dios”.
Tener esperanza en la vida eterna:
El padre Salvador recordó palabras del Papa Francisco “que la Iglesia no quiere condenar, sino que acoger, anunciar la palabra” la iglesia está a la espera de todos, el Señor vino a dar la vida eterna para dar la salvación. También dijo que hay muchos que se ponen en contra de Dios, en contra de la Iglesia con violencia, pero Dios se vuelve grande en misericordia y perdona.
Aunque el hombre haga el mal, Dios trata de rescatar y de restaurar su vida, por ejemplo: El escultor cuando una imagen está dañada la restaura, así es Dios nos restaura nuestra vida que está dañada, a veces desecha con heridas, Él las sana y sale al encuentro para dar la vida eterna. “Recuerden que tenemos esperanza en el Señor porque él nos da la paz y su amor”. Mencionó el sacerdote.
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Dios nos ama y nos justifica con la Cruz, pero también en la fe por las obras, San Pablo refiere y Santiago nos recuerda que la fe por las obras no es solo escuchar la palabra sino también las obras, pero tampoco hay que presumir lo que hacemos, “las obras se deben de hacer de manera sencilla y humilde”, aseguró.
Finalmente hizo el llamado a tener presente siempre la luz de Cristo y luchar por ser luz para el mundo, para tener la alegría de la salvación.
Redacción: Kellys Berenise Rivera
Diócesis Media, Parroquia San Juan Bautista Matagalpa
Cuarto Domingo de Cuaresma