En la parroquia Santa Lucía – Ciudad Darío se celebró la Santa Eucaristía este domingo 11 de octubre, presidida por el presbítero Vicente Martínez, quien hizo énfasis en que este es el segundo domingo de estar con la presencia de fieles después de más de seis meses de cuarentena voluntaria , por lo tanto la feligresía asiste con mucha alegría al banquete de bodas que es el banquete de la Eucaristía.
En su reflexión se refirió a que el Señor en el Domingo XXVIII del tiempo Ordinario habla de algo sencillo, de un banquete de bodas y ese banquete de bodas es la Eucaristía en la cual “cada uno de ustedes aquí presente, hermanos que me escuchan a través de la radio y que me ven a través de las redes sociales han escuchado la invitación del Señor, no han puesto tantas excusas no han dicho es que tengo que hacer esto, es que tengo que hacer lo otro. Si no que han dicho si al Señor» resaltó.
El Señor prepara a su pueblo un banquete
Continuó con su reflexión expresando que a través del Profeta Isaías el Señor ha preparado para todo el pueblo un banquete exquisito, que Dios hará partícipe de manjares suculentos y vinos exquisitos, “así lo expresa de un modo simbólico».
También recordó que el banquete Eucarístico es instituido por Jesucristo, él se entrega en alimento divino y ese alimento divino es el cuerpo y la sangre de nuestro Señor que vigoriza el alma, que llena de vida y no de cualquier vida sino de la vida eterna, de la vida que lleva al cielo, de esa eternidad que todos esperan un día tener la participación en la cena del Señor.
«Recordemos la parábola de los invitados a la boda, es figura del pueblo de Israel que rechazó y que siguen rechazando el banquete del Señor, rechazando su llamada a la salvación. Por eso el Señor dice que la gente mala, la gente que no se convierte, aquellos que hacen muchos males y dicen estar bien aunque hagan el mal tendrá un final fatídico van a ser expulsados del banquete de bodas, atados de pies, manos y lanzados como garrobitos» manifestó.
Lamenta falta de conversión:
Ante tantos crímenes, el padre Martínez lamentó que no se convierten aquellos que hacen tanta maldad y dicen que todo es normal, pero no tendrán participación del banquete del Señor, si no se arrepienten: “Es allí que será el llanto y el rechinar de dientes, aunque hermanos en esta vida mucha gente ríe, goza, pero no piensan que en la hora del llamado de Cristo, el día de su muerte será un final terrible por la falta de conversión, arrepentimiento y perdón, estamos llamados a la conversión que es para todos y no sólo para los que vienen a la Iglesia, sino paras los que están en la calle, para los que nunca vienen a la cena del Señor”, insistió.
Finalizó invitando a hacer el propósito de convertirse porque es hoy donde el Señor llama a todos los que forman su iglesia a estar alerta y seguir luchando para ser dignos de participar de su banquete.
Redacción: Josary Varga.
Diócesis Media, parroquia Santa Lucía.