El Señor nos da esperanzan en medio de la Pandemia. XVII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

En este domingo XVII del tiempo ordinario, un tiempo muy especial, donde el Señor se viene manifestando a través de acontecimientos concretos que van dando motivo de alegría y esperanza. La pandemia ha venido a doblegarnos, a darnos cuenta de nuestra fragilidad y de reconocer a un Dios que está por encima de las miserias humanas.

En este contexto viene a nuestro encuentro la palabra del Señor y nos viene a dar esperanzas, esperanza para el que está triste, al afligido, al que está en depresión al que siente que su vida ya no tiene sentido.

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En el Evangelio de hoy, Jesús nos propone tres parábolas que nos dejan una gran enseñanza, Las parábolas son instrumentos pedagógicos que Jesús utilizó para hablar de Dios por medio de actitudes concretas, el tesoro escondido, el comerciante en perlas finas, la red de los pescadores, es decir, eran cosas ordinarias de la vida en que se desenvolvía este pueblo. 

Estas parábolas nos explican lo que es el Reino de los Cielos y su importancia, no solamente para aquel entonces, porque la palabra no se limita a un determinado tiempo, sino que es una palabra que se actualiza y se concreta en nuestra vida ordinaria. El objetivo principal de explicar el Reino de los cielos es, precisamente, movernos a cada uno de nosotros para que pensemos cómo estamos desempeñando nuestro discipulado en este tiempo de pandemia.

No hay dudas que frente a la pandemia la fe nos libera del miedo y nos hace entrar en la dinámica que nos propone la segunda lectura: “ya sabemos que todo contribuye para bien de los que aman al Señor, de aquellos que han sido amados por Él, según su designio salvador”.

Al finalizar el santo Evangelio Jesús pregunta: “¿han entendido todo esto?”, y la respuesta de sus discípulos es un Sí, un Sí que hoy está latente en los que luchan contra los que atentan contra la dignidad humana, contra la familia, contra la libertad y contra la justicia social. Hoy también Dios nos sigue diciendo como le dijo a Salomón: “Salomón, pídeme lo que quieras, y yo te lo daré”, le pedimos al Señor que nos quite el miedo paralizante y poder ayudar a los que están sufriendo a causa de la pandemia, los que no tiene nada que comer, los que no tienen trabajo, los que cada día se viven exponiendo al virus.

Seminarista: Luis Francisco Torres.