A los enemigos no hay que desearles el mal, Presbítero Vicente Martínez

Al concluir el rezo de la coronilla a la Divina Misericordia, el Presbítero Vicente Martínez presidió la santa Misa, la cual también fue concelebrada por el Presbítero Aníbal Manzanares en la capilla de adoración perpetua en la parroquia Santa Lucía, Ciudad Darío, el viernes 21 de enero, donde manifestó que a los enemigos no hay que desearles el mal.

El padre Vicente reflexionando en la primera lectura manifestó que a los enemigos no hay que desearle el mal, porque el mismo Señor dice que no se debe resistir al hombre malo: “El mal solo destruye y no porque Dios sea malo, sino porque, el mal es como un cáncer que te carcome el alma hasta llegar al corazón y cuándo una persona está dominada por el mal se convierte en un salvaje», dijo el padre Vicente.

La vocación de los primeros discípulos:

Por consiguiente, recordó la vocación de los primeros discípulos a los que Jesús instituyó con tres objetivos: «El primero fue para que se quedarán con él, el segundo para enviarlos a predicar y el tercero para darles un poder de expulsar demonio. En este sentido el padre Vicente aclaró que todo bautizado tiene el poder para expulsar el mal, claro que no lo puede hacer de una manera loca, sino que, debe de estar preparado.

A los enemigos no hay que desearles el mal, Presbítero Vicente Martínez

Puedes leer: “Los signos de Jesús”, reflexionados por el presbítero Uriel Vallejos

Para finalizar su homilía se refirió al amor de Dios, haciendo propias las palabras de Jesús: «Que nadie puede amar al Señor, si no lo conoce», en este sentido invitó a los hermanos a conocer a Dios, a vivir del amor de Dios porque el Señor les amó primero, entonces todo cristiano tiene que vivir y morir en el amor de Dios, también en gracia con el Señor.

Redacción Zenelia Cordero Martínez
Diócesis Media parroquia Santa Lucía, Darío.