“Cuidarnos de los vientos huracanados, que quieren apagar la fe”. Padre Francisco Reyes

Al presidir la Santa Eucaristía el domingo de la semana XXX del Tiempo Ordinario, 25 de octubre, en la sede parroquial San Antonio de Padua, ciudad de Matagalpa, el presbítero Francisco Reyes, ha meditado sobre el mensaje del salmista, donde el autor afirma que el Señor lo ha librado de sus enemigos, por lo tanto ha llamado a cuidarse de los vientos huracanados que quieren apagar la fe.

“Está bien que seamos sencillos, pero no ingenuos, el creyente tiene enemigos. A veces la llama de la fe nosotros la ponemos en alto y se nos olvidan que hay vientos huracanados, que nos quieren apagar la fe. Y la crisis sociopolítica de hace dos años y medio ¿A cuántos les apagó la llama de la fe? Y el COVID-19 ahorita ¿A cuántos les ha apagado la llama de la fe?… Es que sí tuviéramos más hambre de Dios otro gallo nos cantaría”, señaló el párroco de San Antonio.

Emprender un camino de seguimiento a Cristo en la fe:

Reflexionando sobre la petición que hace el apóstol Pablo, “Sean imitadores míos, porque yo imito a Cristo”; ha dicho que el cristiano debe emprender un camino de seguimiento y de crecimiento hacia Cristo, porque cuando se está crecido en la fe, los bautizados ya no pueden quedarse en una imitación.

Iluminado por del Evangelio, en el que se resalta el mandamiento del amor, ha expresado: “Nada puede ser más grande que el amor a Dios. El amor de Dios pasa por el amor al prójimo, hay prójimos que no sólo están sedientos y hambrientos únicamente de la Palabra de Dios, también de alimentos, cuidado llega el sediento a pedirnos agua, cuidado sólo nos quedamos con las buenas intenciones, porque a como dice Santa Catalina de Siena: De las buenas intenciones está empedrado el infierno”, indicó.

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El Padre Reyes, concluyó su reflexión pidiendo a los feligreses que realicen obras de caridad con los más necesitados.

Por: Oscar González.
Diócesis Media, parroquia San Antonio de Padua.