El domingo 04 de octubre, se presidió la santa Eucaristía de reapertura en la Parroquia San José de Matiguás, oficiada por el Padre Luis Hernández, párroco, junto a esta alegría se realizó la festividad en honor a San Francisco de Asís que estuvo organizada por la Orden Franciscana Seglar, siendo transmitida a través de Diócesis Media – Radio San José.
Esta vez a diferencia de años anteriores no se realizó la acostumbrada procesión con la imagen que recorre las principales calles de la ciudad, pero con alegría los fieles manifestaron su devoción y fe al gran San Francisco de Asís. Algo que resaltó en esta Eucaristía fue la presencia de los fieles portando mascarilla y haciendo el proceso del protocolo que consiste en la toma de temperatura, el distanciamiento social y desinfección del calzado, todo esto antes de ingresar al templo parroquial.
El presbítero Hernández centró su homilía en la persona de San Francisco de Asís, señalando, como el Santo, era un buscador incesante de la felicidad, “Él era trovador, le gustaba lucir finos atuendos en su personalidad de caballero, amaba las fiestas y los honores militares, pero el Espíritu Santo lo tocó un día y él se dejó conducir, si no fuera así, no se hubiese convertido en ese hombre virtuoso que todos conocemos; no hubiera podido amar a los leprosos, a los indigentes y a todas las criaturas sin la asistencia de la gracias de Dios. Nosotros no podemos desanimarnos, cuando al comparar nuestra vida con la de San Francisco o de cualquier otro Santo miremos un gran abismo de diferencia, no debemos fijarnos primero en las virtudes, sino en la amistad con Dios que ese santo tenía; y es por lo que debemos empezar, fortalecer nuestra amistad con Dios; de ahí surgirá por añadidura la práctica de las virtudes”, indicó.
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¿Por qué San Francisco ha inspirado a muchos hombres y mujeres durante tantos siglos?
“Uno se pregunta: ¿Qué es lo que tenía san Francisco que ha inspirado a tantos hombres y mujeres a lo largo de muchos siglos? Y la respuesta es sencilla: Se dejó invadir por la gracia de Dios plenamente; y así como él fue invadido, también nosotros podemos serlo, sólo hay que ser pacientes, perseverar en la amistad con Dios y dejar que sea él quien haga la obra en nosotros. Dejemos de ponernos nosotros en el centro y de creer en el valor de nuestros méritos, aceptemos más bien, que todo lo bueno y justo que podemos hacer, es por la gracia y misericordia de Dios”, concluyó.
Redacción: Carlos Romero.
Diócesis Media, Radio San José, Matiguás.