“Hermanos políticos, realmente ¿Qué buscan?”. Monseñor Rolando Alvarez

Durante la homilía en la Santa Misa que presidió el domingo 17 de enero 2021, segundo domingo del tiempo ordinario, en la Iglesia Catedral San Pedro Apóstol, Monseñor Rolando Alvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, inspirado por el Evangelio del día donde Jesús pregunta: “¿Qué buscan?”, a dos discípulos que le siguieron al verlo pasar, y luego de explicar sobre el seguimiento de cada cristiano optando por el Señor, dijo que convendría preguntar, en este año electoral, a los políticos: “¿Qué buscan? Dios mediante la respuesta sea”:

El bien común del pueblo.
Ser servidores del pueblo.
Estar preferentemente con los más desfavorecidos.
Ponerse al lado de los vulnerables, de los olvidados de siempre.
Aportar su granito de mostaza para hacer de Nicaragua, un país con visión de nación, de justicia social, estabilidad y desarrollo económico.

Hacer de la política como hemos dicho, el arte de la civilización, del progreso de los pueblos hacia una sociedad justa y solidaria.

Ciertamente no queremos ambiciones, ni personales, ni de grupos. Protagonismos fuera de la realidad. Insensatez con lo que necesita Nicaragua. Queremos seriedad con el pueblo. La justicia empieza con la sinceridad de cara a la nación y particularmente a las inmensas mayorías que son los pobres, los obreros, los trabajadores, los campesinos.

Hermanos políticos, realmente ¿Qué buscan? Busquen el Reino de Dios y su justicia y lo demás vendrá por añadidura.

Todo político que quiere y busca el bien común debe empezar por contemplar al Crucificado, y en el Crucificado debe contemplar al pueblo que sufre, al pueblo humilde y sencillo de rostro dolorido.

El político que empiece a hacer esto diariamente no se perderá, sino que acertará. En la mirada del Crucificado encontrará claridad, fortaleza, nuevos caminos y puntos de encuentro que lleven a la unificación de esfuerzos para construir el proyecto de un noble país, capaz de velar por el más pequeño, por el débil, por el desamparado, donde gobierne el bien común.

En la contemplación del Crucificado, hermanos políticos, encontrarán que es posible construir una nación que vele por el respeto de la persona humana, especialmente los más débiles e indefensos.

En la contemplación del Crucificado, hermanos políticos, encontrarán que no es posible dar un paso adelante mientras no com­partamos los sufrimientos y angustias de un pue­blo sediento de justicia, libertad, paz, salvación y perdón, porque “La prueba máxima de tu grandeza está en la forma que trates a cada ser humano, pero especialmente a los más débiles y más indefensos” (San Juan Pablo II, visita a Estados Unidos 1987).

En la contemplación del Crucificado, Monseñor Rolando Alvarez

Evangelio del seguimiento:

El Obispo también explicó que se ha retomado el tiempo ordinario, y hoy ya es el segundo domingo, donde la liturgia presenta un Evangelio de seguimiento, agregando que una vez que se ha encontrando a Cristo ya uno no se puede quedar con esa experiencia y siempre se sentirá el fuego en el corazón para decir como San Pablo: “Hay de mi si no evangelizó, si no doy testimonio de Cristo, si no predico a Cristo”.

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“Ya no se puede contener ese ardor, y uno experimenta el fuego devorador para dar a conocer el amor de Cristo a los demás, porque lo hemos conocido, hemos puesto nuestra paz y esperanza, y sabemos que él no defrauda”, explicó.

Fotografías y redacción: Manuel Antonio Obando Cortedano.
Diócesis Media.