Nicaragua necesita políticos de alto perfil ético, que diluciden los problemas con alturas, dejando los vicios del pasado, dijo Monseñor Alvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, en su homilía de este domingo 6 de septiembre en la Iglesia Catedral San Pedro de Matagalpa.
Guiado por el texto del Evangelio del día según San Mateo (18,15-20) donde Jesús se refiere a la corrección fraterna y luego de explicar que el corregirse debe hacerse con amor, el Prelado dijo:
“Pero también en nuestra sociedad nicaragüense, donde muchas veces lejos de arreglar sus diferencias y luchas políticas, a lo interno, respetando la dignidad de la otra persona, tratando de edificarla, construirla, ayudarla, rescatarla, lo que hacen es ventilarlo en público, convirtiendo las redes y los medios de comunicación, en verdaderos escenarios de confrontación, de ofensas, de epítetos y descalificativos que van y vienen, sin miramientos, sin contemplación de ningún estilo, es necesario recordar que no nacistes para destruir sino para construir”.
“Yo me pregunto: es que piensan que así se gana la confianza del pueblo? Nicaragua necesita políticos, que si los hay, de un alto perfil ético, que diluciden los problemas con altura, sin ofensas, sin ataques feroces, antes bien con propuestas claras, diáfanas, con propuestas como hemos insistido tantas veces, de nación, dejando los vicios del pasado, aprendiendo de los errores y mirando hacia un futuro, donde no nos cansaremos de decir, sea el pueblo, los desheredados, los descartados por el mundo, los de las periferias, las mujeres, los jóvenes, los campesinos, los primeros protagonistas de su historia, de tal manera que no sean vistos como objetos, sino sujetos de esa historia, que es nuestra historia”.
“Hombres y mujeres, líderes que sepan dialogar con todos, exponiendo sus ideas y mejor aún sus principios sobre la mesa, sin ningún tipo de juego de sombras; hombres y mujeres que sepan escuchar las voces del exterior pero sabiendo dejar claro, también con respeto y altura, que los que resolvemos los problemas de los nicaragüenses, somos los nicaragüenses, que Nicaragua, es pobre, pequeña pero igualmente digna. Necesitamos que nos ayuden pero que no nos impongan. Eso no sería digno. Los nicaragüenses no tenemos amos, que como si no fuéramos capaces y desconociendo nuestra idiosincrasia, quieran venir con recetas externas, a decirnos cómo hacer las cosas”.
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“Líderes y políticos así, que si los hay, que manteniendo la altura, respetando a los demás se den a respetar y respeten a Nicaragua”.
Diócesis Media.