El padre Vicente Martínez, reunido con sus feligreses celebrando la santa Eucaristía de jueves eucarístico en la tercera semana de cuaresma, 11 de marzo, mencionó que en el tiempo de Cuaresma el Señor invita a hacer un examen de conciencia para que no sean sordos a su voz, misma que llama a volver a Jesús, a aclamar al Dios que salva, a Él que es pastor y cada uno de sus hijos sus ovejas, porque Jesucristo es Rey por amor y no por ley.
Tres enseñanzas del Evangelio
El sacerdote reflexionó sobre las tres enseñanzas del Evangelio las cuales pueden volver a los cristianos sordos a la voz del Señor como la murmuración, ya que en las sagradas escrituras se narra como al mismo Jesús le levantaron calumnias: “imagínese a nosotros que somos humanos, por eso no nos sintamos tristes cuando seamos criticados por causa del Evangelio, más bien hay que alegrarnos, recuerden que al árbol que da más frutos, es al que más se le apedrea”, comentó.
También habló sobre la blasfemia: “El Evangelio del día de hoy, nos relata que cuando Jesús expulsó al demonio del mudo, los fariseos dijeron que lo había hecho con el poder de belcebú, hermanos esa es una blasfemia grande porque se le están dando los poderes del demonio a Dios”, reflexionó.
Siguiendo con su homilía el padre hizo mención sobre la división: “Jesús dice: el que no está conmigo está contra mí, el Señor quiere la comunión y la unidad, por lo cual la división no viene de Dios, pero el demonio no es más fuerte que Dios y Él siempre va a vencer, por que el amor viene de Dios y el amor es el que reconforta, es por ello que debemos de estar fuertes en la oración, no actuemos como demonios dividiendo la familia, Iglesia y sociedad través de mentiras, calumnias e indiferencia. Todo lo que se divide por luchas internas termina mal por lo tanto debemos de buscar la comunión”, explicó el sacerdote.
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Y por último ha dicho que el Señor libera a sus hijos de los demonios porque como buen pastor va delante, guiando, cuidando de sus ovejas para no permitir que nadie les haga daño, e invitó a no dejarse guiar por las soluciones fáciles porque Dios tiene la fuerza que se necesita para enfrentar cualquier obstáculo.
Redacción y fotografías: Heather Ríos, Diócesis Media – Parroquia Santa Lucia, Darío.