Después de lo ocurrido en la Catedral Metropolitana de Managua, con la imagen de la Sangre de Cristo, el presbítero Uriel vallejos, párroco de la Divina Misericordia en Sébaco, durante la Eucaristía el 1ero de agosto dijo que han arrebatado 386 años de vida religiosa, de vida espiritual y de cultura, pero que nunca arrebataran la fe en Cristo resucitado, en Cristo que vence el poder de las tinieblas con su vida, en Cristo que está ahí con el pueblo sufriente, “ese es el Cristo que no se bajó de la Cruz, sino que está en la cruz”.
También hizo énfasis en el flagelo que vive hoy la iglesia siendo víctima del rechazo y la amenaza, “hoy la iglesia vive sumergida en el dolor y Cristo no es ajeno a esta realidad, vive también el dolor, el sufrimiento con su pueblo, ya que hoy Nicaragua ha sido tocada en su religiosidad y en su espiritualidad y en la cultura puesto que la venerada imagen de la Sangre de Cristo, data del siglo XVII y viene a esta tierra nicaragüense el año 1636” expresó.
El padre Vallejos indicó que estas amenazas de persecución claramente para la iglesia tienen que llevar al ser humano siempre por un camino de unidad para romper los muros, a estar con el pueblo, con la iglesia, “con nuestros pastores, porque debemos estar todos unidos desde la oración y la fe”.
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El Señor deja un mensaje en medio del atentado:
En este punto aseguró que Jesucristo da un mensaje a pesar del atentado, “como iglesia hoy se llora, porque juegan con lo Sagrado, con lo Divino, porque juegan con la iglesia, saber que un día van a ser juzgados por Dios, y es ahí como nosotros tenemos que vencer esta maldad que se apodera con la oración, con el bien, somos llamados a hacer siempre el bien”, mencionó.
“En un mundo tan flagelado, tan arruinado, maltratado por la misma desobediencia del hombre, que se enrumba el precipicio de la muerte somos llamados a vivir de la fe, de la confianza, de la esperanza, que reside en toda persona que anhela este encuentro personal con Dios, saber que en el camino encontraremos muchas dificultades, cuando la persona, la creatura, el bautizado, quiere siempre estar anclado a esta promesa de Dios Padre manifestada en su hijo Jesucristo, que es salvar a la humanidad”.
Concluyó su mensaje pidiendo que sea la Virgen María quien ayude en este caminar y que la sangre de Cristo limpie a Nicaragua del odio, de la amenaza, del desecho de unos pocos, y del odio hacia la iglesia, que limpie los corazones y a la nación de toda mancha de pecado que pueda residir en ella.
Redacción: Alexandra Chavarría.
Canal Católico de Sébaco.