Este jueves 26 de agosto, el padre Fernando Calero, párroco de la parroquia Nuestra Señora de Fátima, Rancho Grande de la Diócesis de Matagalpa, en su homilía, al celebrar la Santa Misa mencionó que el Evangelio del día invita a estar atentos, a estar preparados, a estar velando, y estar velando significa estar activo en lo que el Señor va proponiendo en cada momento de la vida para ir descubriendo en todas las acciones, su obrar, su actuar, y también estar velando, significa estar en vela, escuchar y saber discernir entre la voz de Dios y del mundo, que a diario y a cada momento ataca para querer “hacernos desviar del camino correcto”.
El Presbítero Calero también mencionó que el maligno se encarga de sembrar la cizaña en medio del trigo, y que serán muy parecidos, pero por sus frutos uno se da cuenta, cuando viene del maligno enemigo o de Dios, y que eso significa estar en vela, diferenciar la voz de Dios y la del maligno, porque hay voces que parecen ser buenas, pero que dañan y perjudican a “nosotros y a los demás, y que llegará un momento en que puedes creer que esa voz es de Dios, y no es así.”
No dejarse engañar por voces engañosas:
Invitó a no dejarse engañar por las voces que vienen con mensajes distorsionados, mensajes que no vienen de Dios, o mensajes de la Virgen, porque estos mensajes lo que hacen es ayudar a predicar mejor la palabra, orientar, porque lo que viene de Dios no ayuda a destruir, al contrario, ayudan a construir el reino de Dios cada día entre nosotros, por ende, un mensaje que vaya a causar daño en una persona o en una comunidad es obra del demonio.
Además señaló que estar en vela significa, “irnos encaminando por un camino de gracia, agradando a Dios en todas nuestras acciones, con nuestro testimonio, en cualquier lugar, situación o realidad en que nos encontremos, dar testimonio de Jesús pero hay que tener cuidado porque dar testimonio de Jesús, estar en la verdad, y ser cristiano, no significa dejar pasar la injusticia que se puede cometer a otra persona, porque como hijos de Dios, tenemos que enseñar la verdad a los demás, y para eso debes estar en la verdad, llevar una vida conforme la vida de Cristo, una vida llena de gracia, una vida llena de amor, una vida llena de misericordia, con los demás hermanos”.
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De igual manera explicó que estar preparados y estar en vela, es también orar para no caer en la tentación, en las trampas y artimañas del demonio, que nos quiere hacer sucumbir, naufragar en la fe, “debemos de orar, estar atentos en la oración, porque Nadie, ni ustedes ni yo, sabemos el día, la hora, el lugar, en que se va presentar Jesucristo, y la vida que tenemos es una oportunidad para acercarnos a Él”.
Redacción: Elvin Rivas.
Diócesis Media, parroquia Nuestra Señora de Fátima, Rancho Grande.