“Parábola de los talentos”. Reflexión Fray Ignacio Urbina

Fray Ignacio Urbina de la parroquia San Pedro, Darío, explicó que la clave para comprender la “Parábola de los talentos”, es que una de las cosas que más influyen en la vida de las personas es la idea o imagen que lo hace de Dios y que entre los judíos de la línea de los fariseos, algunos se imaginaban a Dios como un Juez severo que los trataba según el mérito conquistado por las observancias de las leyes.

También recalcó  que esto causaba miedo e impedía el crecimiento de las personas, sobre todo impedía que ellas abriesen un espacio dentro de sí para acoger la Buena Nueva del Reino, la nueva experiencia de Dios que Jesús comunicaba y que para ayudar a estas personas, Jesús cuenta la parábola de los talentos.

Hizo énfasis en que la historia de esta parábola consiste, en que Jesús cuenta la historia de un hombre que, antes de viajar, distribuye sus bienes a los empleados, dándoles cinco, dos o un talento, según la capacidad de cada uno, recordó que un talento corresponde a 34 kilos de oro, ¡lo cual no es poco! «En el fondo, cada uno recibe igual, pues recibe según su capacidad. Quien tiene vaso grande, recibe el vaso lleno. Quien tiene el vaso pequeño, recibe el vaso lleno», manifestó.

Reflexionar sobre el actuar de cada empleado:

«Los dos primeros trabajan y hacen duplicar los talentos. Pero aquel que recibe un talento cava un hoyo en la tierra y lo esconde bien para no perderlo. Se trata de los bienes del Reino que se entregan a las comunidades y a las personas según su capacidad.

El domingo 8 de noviembre nos dijo Jesús: “El Reino de Dios está dentro de ustedes… Yo les decía que el Reinado de Dios, es la misma vida de Dios, depende de mi vinculación con él en el profundo de mi interior, así se verán en mi los frutos del Reinado de Dios.  Después de mucho tiempo, el dueño vuelve. Los dos primeros dicen la misma cosa: “Señor, cinco/dos talentos me entregaste: aquí tienes otros cinco/dos que gané!” Y el señor da la misma respuesta: “Muy bien, siervo bueno y fiel. En lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré. Entra en el gozo de su señor”.

Al tercer empleado el Señor le responde:  “Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí; debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses.!” El tercer empleado no fue coherente con la imagen severa que tenía de Dios. Si se imaginaba a un Dios severo de aquella manera, hubiera tenido por lo menos que colocar el dinero en un banco. Es decir, que él será condenado no por Dios, sino por la idea errada que tenía de Dios y que lo deja miedoso e inmaduro. No va a ser posible ser coherente con aquella imagen de Dios, pues el miedo deshumaniza y paraliza la vida», explicó.

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Finalizó manifestando que la Parábola de los talentos queda clara con la sentencia de Jesús:  “Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará”, ha dicho que aquí está la clave que aclara todo, los talentos,  los bienes del Reino, del reinado de Dios, del tesoro escondido son:   TU REINO ES VIDA, TU REINO ES VERDAD, TU REINO ES JUSTICIA, TU REINO ES PAZ,  TU REINO ES GRACIA, TU REINO ES AMOR, VENGA A NOSOTROS TU REINO, SEÑOR.

Redacción: Harry Alejandro Castellon Cortedano y Fray Jose Ignacio Urbina Delgado O.F.M.