Monseñor Ulises Vega toma posesión en la parroquia San Ramón

Al atardecer del sábado 10 de julio, Monseñor Rolando Alvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, presidió la Santa Misa en la que tomó posesión de la parroquia de San Ramón Monseñor Ulises René Vega Matamoros, como párroco de esa comunidad parroquial, luego que Monseñor Isidoro Mora, fuera nombrado y seguidamente consagrado como ll Obispo de la Diócesis de Siuna.

En su homilía el Obispo inspirado en el Evangelio del día indicó que la Iglesia ama a todos y comprende a quienes son enviados para que el pueblo diga: “Crucificale, crucificale, preferimos a Barrabás”. Asimismo recordó que muchos pueden matar el cuerpo, más no pueden matar el alma, el espíritu, la libertad.

, Monseñor Rolando Alvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa

En esto lamentó que hay gente que está viviendo con miedo, con terror, pero no hay porque temer, porque es Dios “quien nos cuida, es nuestro pedernal, es piedra de tropiezo para quienes nos quieren hacer daño. Nosotros no necesitamos ejércitos, porque estamos en las manos poderosas y generosas de Dios, estamos cimentados por Jesucristo, él nos custodia. Claro, eso el mundo no lo sabrá, nos cuida cómo hombres y mujeres de fe”.

Libertad en Familia:

No tengan miedo hermanos: Nosotros los nicaragüenses estamos viviendo la libertad de los hijos de Dios en familia, eso es comprensible, normal, porque en familia, en casa ahí hablamos todo lo que queremos”, indicó.

Fidelidad al Señor desde la conciencia:

Aquí aseguró que el pueblo de Dios también manifiesta que con la Iglesia nadie se puede meter, y todos “somos Iglesia… Por lo tanto para el pueblo católico y creyente todo lo vemos desde la óptica divina, se ilumina la realidad desde lo divino”. De ahí que recordó que en Matagalpa y en Nicaragua hay cienes de miles de Nicodemos, siendo desde su silencio fieles al Señor, fieles a la fe, fieles al Evangelio, aunque públicamente no puedan hacerse sentir, el Señor sabe en su conciencia y los reconoce ante el Padre: “Sigan siendo Nicodemos, discípulos en lo oculto, en su conciencia y en su corazón, porque siendo Nicodemos le hacen bien a la Iglesia, al mundo”.

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“Oramos por quienes en su conciencia niegan al Señor, y nos quedamos con la palabra de Cristo, tanto el que profesa la fe y lo profesa en lo oculto de su corazón: El que me reconoce a mi, yo lo reconoceré ante el Padre”.

Redacción y fotografías: Manuel Antonio Obando Cortedano.

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