El padre Vicente Martínez expresó en su homilía este jueves 12 de agosto en la Parroquia Santa Lucía en Ciudad Darío, que el ser humano tiene un fin, el fin último del ser humano es estar en comunión con Dios.
El padre Vicente compartiendo el Evangelio del día manifestó que este invita y muestra la importancia del perdón: «¿Cuál es la importancia que tiene el perdonar, el atar y desatar? Porque si bien sabemos, cuando uno perdona desata, cuando uno no perdona ata, es decir cuando yo en mi vida vivo lleno de resentimiento, lleno de ira, de envidia, no voy a ser feliz, ni tampoco voy a hacer feliz al otro».
La importancia de la oración comunitaria:
Además el sacerdote explicó la importancia de la oración comunitaria: «Si le conociéramos su verdadero significado no dijéramos, yo no le hago mal a nadie y no justificáramos nuestros malos actos, pero hoy el Señor nos habla de la importancia de la oración comunitaria, a través de su Santo Evangelio, expresando: Yo les aseguro que sí ustedes se ponen de acuerdo para pedir algo sea lo que fuera, mi padre celestial se lo concederá, hermanos los cristianos en el mundo no podemos caminar como pizote solos, necesitamos de la comunidad, necesitamos del hermano, porque el Señor nos ha creado a su imagen y semejanza«, explicó el padre Vicente.
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«El Evangelio del día de hoy también tiene una pregunta central del apóstol San Pedro y es: ¿Cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano?, inmediatamente el apóstol San Pedro pone un límite, dice setenta veces siete, es decir siempre, para poder perdonar, para poder experimentar la curación de nuestro corazón, del perdón, necesitamos tener un encuentro personal con Cristo, ya que si ustedes no han tenido un encuentro personal con el Señor, es una lógica que no vas a perdonar, vas a vivir en la ley del talión, ojo por ojo, diente por diente, me la haces me la pagas», dijo el Padre Martínez.
«Entonces hermanos, que nuestra pregunta del día sea; ¿Cómo le pagamos al Señor todo?, lo más importante en la vida no es vivir guardando resentimiento, no es vivir guardando mal, más bien es perdonar como Dios ya nos ha perdonado en Cristo a cada uno de nosotros», finalizó el presbítero Vicente.
Diócesis Media, parroquia Santa Lucía – Darío.