“La iglesia invita a que se piense en el bien común, es decir quiénes poseen bienes materiales en abundancia deben de utilizarlo en servicio de los hombres”, así lo compartió el padre Vicente Martínez, en su homilía del XXVI Domingo del Tiempo Ordinario en la parroquia Santa Lucía, Ciudad Darío.
Inició su mensaje expresando también que en el Antiguo Testamento se ve como reprueban a los ricos y no se reprueba el hecho que tengan riquezas, sino la soberbia, la vanidad, la avaricia y su entrega a los placeres del mundo al tiempo.
Las personas que tienen muchas riquezas, caen en dos pecados:
También el Padre Vicente manifestó que las personas que tienen muchas riquezas, caen en dos pecados, en el egoísmo y también se convierten en antisociales: “La gente que tiene mucho dinero no tiene amigos, porque si alguien lo busca sólo para pedirle un favor, si alguien lo busca es porque lo necesita y económicamente, pero no como amigo”, manifestó el padre.
Continuó expresando que el peligro de la riqueza es cuando no se sabe administrar como Dios manda: “Y nos dice que nosotros no somos dueños, somos administradores, por ejemplo, nosotros en la parroquia no somos dueños de la parroquia somos administradores”.
Seguidamente explicó que el pecado no es que vos tengas algo, una vida digna, tu vehículo, tu casa y bienes materiales el pecado es cómo lo has adquirido lo que se tiene, si ha sido trabajando o de manera injusta: “Recuérdese que la Iglesia no va a callar, siempre va a denunciar las injusticias, la corrupción que se cometen en contra del más pobre, en contra del más sencillo”.
Puedes leer:“La Virgen de la Merced es madre de la Misericordia”, presbítero Vicente Martínez
La persona incoherente es una persona peligrosa:
El presbítero Martínez advirtió que la persona incoherente es una persona peligrosa porque habla de una cosa, pero hace otra, no conoce a Dios, para ser un cristiano coherente es necesario rezar porque la coherencia cristiana es un don de Dios el cual se debe pedir.
“Todo aquello que nos pone en peligro de pecar, tiene que ser cortado y arrancado de raíz, por tanto, hay que pedirle al Señor que nos regale la conversión, porque recuerden todos nosotros nos vamos a convertirnos con la gracia de Dios, poniendo siempre de nuestra parte”, finalizó.
Redacción Heather Ríos.
Diócesis Media, Radio Stereo Santa Lucía Darío.