El presbítero Pablo Espinoza, párroco de la parroquia Nuestra Señora de Fátima en el municipio de Rancho Grande, continúa asistiendo a decenas familias de escasos recursos de su jurisdicción, incluyendo a los que fueron afectados por el deslave de tierra en el macizo de Peñas Blancas durante el paso del huracán Iota, y por otros desastres a causas de las lluvias. El sacerdote se ha caracterizado por estar cerca del que sufre y junto a la feligresía colectar víveres para luego distribuirlos.
En una entrevista a Diócesis Media, Radio Hermanos, expresó su encanto al ayudar a los necesitados: “Entre los pobres buscamos a los más pobres para llevarles esa voz y no decirles simplemente feliz navidad, me encanta llevarles un paquete, más cuando estoy consciente que les hace falta azúcar, aceite, jabón, sopa, papel higiénico y un colchón para dormir mejor», dijo.
También aprovechó para desear una feliz Navidad e impartir su bendición esperando lo mejor, y “lo mejor es estar en oración contemplando en el pesebre el nacimiento de el Salvador del mundo”, indicó, al mismo tiempo pidió imitar a los pastores guiados por los Ángeles, que llegaron a cantar, gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres de buen corazón, imitar a nuestro Señor Jesucristo que en el pesebre nos muestra la humildad en la que quiso nacer.
Ser hombres de esperanza en la realidad actual:
Señaló que no se debe opacar el nacimiento o la navidad de Nuestro Señor Jesucristo en medio de las dolorosas realidades, unos con lágrimas, con preocupaciones, otros sufriendo por la pandemia en todo el mundo, “pero hay que tener voz de esperanza, voz de aliento, voz de decisión y decir: voy a salir adelante, es importante no estar esperando que vengan tiempos mejores, nosotros somos capaces de generar esos tiempos, así como hay gente que genera problemas y conflictos, aprendamos a generar soluciones y buenos encuentros, buenos ambientes con nuestra familia”, sugirió.
Invitó a elevar una oración por los inmigrantes y por las familias que sufren: “Bendito sea Dios por el que está bien, que Dios lo siga bendiciendo, pero aprendamos a compartir con los que sufren. Es bueno obtener visión de futuro, mi visión es que vendrán tiempos mejores, pero para que vengan tiempos mejores tenemos que empezar a trabajar desde ya, y todos, no esperar que el otro haga lo que nos va a beneficiar”, explicó.
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Entre los nicaragüenses mirarse como hermanos:
“Miremosnos unos a otros como verdaderos hermanos, verdaderos nicaragüenses, que brille la solidaridad, el respeto, la tolerancia entre todos nosotros, seamos generadores de ese ambiente donde brille la Paz, que aprendamos a vivir estos últimos días de este año para estar agradecidos con Dios, y que bueno tener una postura y como ejemplo a Job, que por todo le daba gracias a Dios. Aprendamos a no ser conformistas sino a ver como debemos darle gracias Dios en su voluntad”, finalizó.
Redacción: Elvin Rivas.
Diócesis Media, parroquia Nuestra Señora de Fátima, Rancho Grande.