Seminaristas viven Misa presidida por Monseñor Rolando Alvarez

Monseñor Rolando Alvarez, presidió al amanecer del viernes 7 de agosto la Santa Misa, con la participación de los 100 seminaristas de la Diócesis de Matagalpa. Los jóvenes se unieron a la liturgia desde donde viven la formación virtual, sea su casa o parroquia.

A mediados de marzo producto de la cuarentena voluntaria que vive la Diócesis de Matagalpa para evitar aglomeraciones y contagios de la COVID-19, se suspendieron las clases presenciales, e inmediatamente el equipo de formadores junto al Obispo, iniciaron a buscar estrategias para continuar la formación y el seguimiento espiritual de los muchachos, quienes mensualmente por curso también tienen reuniones con Monseñor Rolando, con el objetivo de escucharles y animarles.

Santa Misa, con la participación de los 100 seminaristas de la Diócesis de Matagalpa

Algunos a finales de mayo y otros desde junio, están recibiendo la formación a través de plataformas digitales, una vez a la semana junto a su formador viven la Santa Misa y constantemente tienen sesiones con los guías espirituales.

Como una iniciativa de los jóvenes en una de las reuniones con Monseñor Rolando, surgió la idea de que juntos vivieran la santa Misa, que con mucho entusiasmo se celebró el viernes 7 de agosto. En primer lugar el Obispo agradeció a Dios por la oportunidad que les permite de celebrar la liturgia al salir el sol, asimismo ofrecieron la Eucaristía por el pueblo de Nicaragua que con mucho dolor y tristeza vive estos días tras el atentando a la venerada imagen de la Sangre de Cristo en la Catedral metropolitana de Managua, el 31 de julio.

En la homilía iluminado por el Evangelio del día, recordó a los seminaristas que su vocación nace en el sufrimiento del pueblo, por lo tanto deben seguir este proceso sin olvidar que se deben al pueblo, que sirven al pueblo sufriente que ahora representa su dolor en la imagen calcinada de la Sangre de Cristo.

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Antes de impartir la bendición les animó a seguir la formación en línea, a los que están en casa les llamó a aprovechar la oportunidad para no olvidar sus orígenes y compartir con sus padres y familiares el trabajo de la casa, el ir de nuevo a trabajar la tierra, rezar en familia y esforzarse por la formación, y a quienes están en parroquias les pidió compartir en fraternidad con los sacerdotes y demás seminaristas, porque ahí también se va cimentando la fraternidad sacerdotal.

Redacción: Manuel Antonio Obando Cortedano.
Diócesis Media.