Parroquia San Juan Bautista, Muy Muy celebra a San Antonio de Padua

Durante la celebración del XI Domingo del Tiempo Ordinario la Parroquia San Juan Bautista de Muy Muy, celebró a San Antonio de Padua, patrono de los pobres.

La liturgia fue presidida por el Padre Luis Tórrez que con mucha alegría recordó el legado de humildad que regala San Antonio a la humanidad.

La Santa Misa se ofreció por todas las personas que sufren a causa de la Pandemia.

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El padre Luis manifestó: “Que el hombre siembra su campo y sin que él se dé cuenta la semilla germina y crece, el agricultor que planta conoce el proceso, sabe esperar, pero lo único que no sabe es como la tierra, la lluvia, el sol y la semilla tienen la fuerza de hacer crecer una planta hasta dar frutos.

Hermanos ellos también saben discernir los buenos tiempos para la cosecha y lo más duro para un agricultor probablemente sea la esperanza porque cuando se siembra se espera la cosecha, y nos damos cuenta que nadie siembra por sembrar o para pasar el rato, se siembra para crear vida por tanto hay que saber esperar con paciencia los frutos”, comentó el Padre Luis Tórrez.

“Solo Dios nos fortalece”:

Al continuar con su homilía el Padre Tórrez afirmó que Dios ya sembró la semilla entre sus hijos porque él es el protagonista de la Iglesia y como buenos cristianos se tiene que aceptar que Dios cultive la paciencia, la esperanza y la confianza y estas son tres grandes características de los cristianos convencidos de su seguimiento al Señor.

“Estas tres características también las podemos encontrar en San Antonio de Padua que desde niño se consagró a la Virgen María, supo rechazar la sensualidad de este mundo ayudado por la gracia de Dios y una amistad con él cultivada en la oración y un trato frecuente con el Santísimo Sacramento. San Antonio aprendió y estaba consiente que solo Dios es quien fortalece la vida de las personas”.

“Hoy más que nunca viendo, analizando e interpretando los signos de los tiempos tenemos que dar una respuesta de paciencia, confianza y esperanza al Señor. La oración es nuestra fuerza y que nadie nos quite la esperanza para que la violencia y el odio no estén presentes en nuestras palabras”, concluyó.

Al finalizar la Eucaristía el religioso realizó la bendición del pan que en años anteriores se compartía con los feligreses, pero en esta ocasión por motivos de la pandemia se instó a no realizar este acto de humildad e imitación a San Antonio de Padua con el único objetivo de cuidar la salud de las familias presentes.

Redacción: Hilda Bermúdez

Diócesis Media – Parroquia San Juan Bautista, Muy Muy.