Los miembros de movimientos y cuadros pastorales de la parroquia Divina Misericordia, Sébaco, cada viernes reciben la formación dirigida por el presbítero Uriel Vallejos párroco de dicha parroquia, esto con el objetivo de fortalecer la fe, siguiendo esta línea, el 28 de enero, se compartió la relación del discípulo de Jesús con la Tercera Persona de la Santísima Trinidad.
El padre Vallejos, explicó que el discípulo de Jesús lleva una relación personal con la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, porque no lo reduce a una fuerza o un poder taumaturgo (que tiene poderes para hacer milagros), además señaló que no es sólo el vínculo de unión entre el Padre y el Hijo: “¡Es una persona!, esta es la clave de su vida, el motor de su actividad y el secreto de su fecundidad”.
Vivir con los demás como hermanos:
El padre Uriel señaló que todos los discípulos de Jesús consideran a Dios como Padre y que por eso la oración constante es “Padrenuestro”, sin embargo, la filiación conlleva necesariamente la fraternidad que se extiende a toda persona, sin importar la clase social, el credo, el titulo o la función eclesiástica. “Al mismo tiempo, tampoco sufre ningún complejo de inferioridad, ni se doblega ante los signos de poder o de valer de este mundo, sabe que forma un cuerpo donde cada uno tiene su lugar y donde todos necesitan de todos”.
El amor:
Posteriormente el padre Uriel Vallejos resaltó que el amor a Dios lleva a cada ser humano necesariamente al amor al prójimo, ya que son dos aspectos inseparables.
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Para finalizar señaló que la prueba del amor a Dios se mide tangiblemente y de manera inequívoca en el amor al hermano: “Así de fácil y difícil es ser discípulo de Jesús”.
Redacción: Alexandra Chavarría
Diócesis Media, Parroquia Divina Misericordia, Sébaco.