“La transfiguración es una motivación para luchar, sacrificarse y llegar a la meta. La penitencia es un sacrificio, causa desgaste, sufrimiento y cansancio pero hay que mortificarse para llegar a la pascua, y todos necesitamos esa oxigenación para continuar la marcha”, expresó Fray Silvio Elías, en la Eucaristía del segundo domingo de cuaresma en la Parroquia Inmaculado Corazón de María, Iglesia San José, Matagalpa.
Recordó a los fieles “el despojo, centrado en Dios y sobre todo el señorío de Jesús en nuestra vida. Dios no va probar hasta que punto ocupa el primer lugar en nuestra vida, nada es sencillo, no centrar tu corazón a Dios, tarde o temprano te va ir mal por centrar tu corazón en bienes pasajeros”.
Dios no se equivoca
Dios cuando pide no se equivoca, Dios nos habla a nuestro corazón, dame lo que más quieres, pueden ser vidas, cosas materiales pero Él quiere más, ocupar el primer lugar en tu vida. Recuerda “amar a Dios sobre todas las cosas, primero Dios”. El Señor quiere saber a qué punto “lo amamos”, el deseo de hacer la voluntad con obediencia como lo hizo Abraham y decir: “Aquí estoy Señor”, indicó.
Fray Silvio animó a los fieles: “¿Vale la pena obedecerle al Señor? Él pide obediencia a su Palabra, escuchar su Palabra, pero no hay peor sordo que no quiera oír, los santos y apóstoles escucharon la palabra: ¿Qué nos impide escuchar la voz de Dios? Deseas pero retrocedes, tenemos el corazón duro por eso no escuchamos, tenemos obstáculos en la comunicación con Dios, pero él respeta nuestra libertad y recordemos esto: Si uno quiere venir en vos de mi niéguese y tome su cruz y sígueme”.
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Al finalizar su homilía expresó: “No perdamos de vista los que nos espera, escuchemos su voz, respondámosle, no hagamos los criterios del mundo nuestros criterios, los cristianos tenemos otros tipos de criterios. Confiemos en el Señor, aun en desgracias, en momentos malos, confía en el Señor, amén”.
Redacción: Eleazar Herrera
Diócesis Media, Parroquia Inmaculado Corazón de María, Iglesia San José.