NOVENA EN HONOR A LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA, TERCER DÍA

El día tercero de la Novena en honor a la Inmaculada Concepción de María digamos: Por la señal de la santa Cruz de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.

ACTO DE CONTRICIÓN.

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, solo por quien sois, porque os amo sobre todas las cosas, conociendo lo mucho que he pecado por mi culpa, una y mil veces, digo que de haberos ofendido me pesa; misericordia Dios mío, misericordia. Propongo firmemente la enmienda de mi vida, ayudado por vuestra divina gracia, Amén.

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO.

Ven Espíritu Santo llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía, Señor, tu Espíritu. Que renueve la faz de la Tierra. Oh Dios, que llenaste los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo; concédenos que, guiados por el mismo Espíritu, sintamos con rectitud y gocemos siempre de tu consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

PARA DAR LUZ INMORTAL SIENDO VOS ALBA DEL DIA SOIS CONCEBIDA
MARIA SIN PECADO ORIGINAL.

ORACIÓN a la Inmaculada Concepción de María:
¡Oh Reina Purísima de los ángeles y de los hombres! Mil gracias y alabanzas te damos porque a la puertas de la vida hallaste la dracma preciosa que perdimos todos en nuestro primer principio, hallando la gracia que te salió al encuentro ya la Divinidad que te esperaba en los umbrales de la naturaleza tomando tus potencias en el primer Instante de su ser, al nobilísimo objeto que las estrenó porque se creaban solo para
El. Te rogamos, Purísima Señora, que, pues no hubo en tu Purísima Concepción ser sin conocer a Dios, ni conocimiento sin amor ni amor sin merecimiento, nos concedas conocer a nuestro Buen Padre Dios para que conociéndole le amemos, amándole le poseamos y poseyéndole le gocemos por toda la eternidad. AMEN.

DÍA TERCERO.

Lectura bíblica (Lc. 1,26-38)
Dios envió al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José. de la familia de David: el nombre de la Virgen era María. El ángel le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está Contigo».
Ella se turbó y pensaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. Vas a concebir en tu seno y vas a dar a luz un hijo al que pondrás el nombre de Jesús. El será grande y con razón lo llamarán Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su antepasado. Reinará sobre la casa de Jacob por siempre y su reino no tendrá fin’. María entonces dijo al ángel: «¿Cómo podré ser madre si no tengo relación con ningún hombre»? Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre Ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso tu hijo será Santo y con razón lo llamarán hijo de Dios». María dijo entonces: «Yo soy la esclava del Señor. Hágase en Mí, según tu palabra. PALABRA DE DIOS.

CANCIÓN.

Como la culpa traidora
al sol no pudo mirar.
Tampoco pudo aguantar
que amaneciese la aurora,
pues huye de Vos, Señora,
este nocturno animal.
SOIS CONCEBIDA MARÍA,
SIN PECADO ORIGINAL.
CONSIDERACIÓN.
Consideremos como María Santísima no fue un instrumento puramente pasivo en las manos de Dios, sino que cooperó a la salvación de los hombres con fe y obediencia libres. Ella, enriquecida desde el primer instante de su concepción con una Santidad en extremo singular, al aceptar el mensaje divino se convirtió en Madre de Jesús, y al abrazar de todo corazón, sin entorpecimiento de pecado alguno la voluntad salvífica de Dios, se consagró totalmente como esclava del Señor a la persona y a la obra de su Hijo, sirviendo con diligencia al misterio de la Redención con El y bajo El, con la gracia de Dios omnipotente. Por esto la Iglesia llama a la Madre de Dios «totalmente santa e Inmune de toda mancha de pecado, como plasmada y hecha una nueva criatura por el Espíritu Santo». Procuremos quitar de nuestra vida todo obstáculo, todo pecado que nos impida llegar a Jesucristo haciendo una buena confesión. (Aquí se puede rezar el ROSARIO, se hace la PETICIÓN y se cantan las TRES
AVE MARÍAS. Después se dice la oración del día)
.

LAS TRES AVE MARÍAS

Oh Señora mía, Santa María, así como Dios Padre por su omnipotencia te hizo potentísima, así y te suplico que me asistas en mi muerte expeliendo’ y quitando todo lo que me fuera contrario. DIOS TE SALVE MARÍA.
Oh Señora mía, Santa María, así como tu Hijo Santísimo se dignó darte tanta claridad y conocimiento de suerte que alumbras al cielo con tus luces, así yo te suplico que en la hora de mi muerte alumbres e ilumines mi alma con el verdadero conocimiento de la fe corroborándola de suerte que no la manche alguna Ignorancia o error. DIOS

TE SALVE MARÍA.

Oh Señora mía, Santa María, así como el Espíritu Santo, con su amor, a Ti lo Infundió totalmente, así te suplico que te dignes darme para la hora de mi muerte la dulcedumbre del amor divino con la cual toda cosa amarga me sea suavísima. DIOS
TE SALVE MARÍA.

ORACIÓN DEL DÍA TERCERO

Señor Jesucristo, que no tienes nada en común con las tinieblas del pecado y que has querido que tu Santa Madre, la Virgen María, fuera limpia y pura desde el primer instante de su ser natural, te suplicamos humildemente que nos libres de todo mal y no nos dejes caer en la tentación. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.AMEN.

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La jaculatoria da este día será: ¡MADRE SANTÍSIMA, RUEGA POR NOSOTROS!

ORACIÓN FINAL a la Inmaculada Concepción de María:

Bendita y alabada sea la sacrosanta e Individual Trinidad de nuestro gran Dios y Señor, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres Personas distintas y un solo Dios verdadero; en quien creemos, a quien amemos de quien esperamos el perdón de nuestras culpas y la salvación eterna por su Infinita misericordia; bendita sea porque creó a Nuestra Señora, la siempre Virgen María, exenta, pura y limpia de toda culpa original, en el primer Instante de su ser natural, Amén. Jesús, María y José.

BENDITA SEA TU PUREZA

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Ti, celestial Princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Amén.
AVE MARÍA PURÍSIMA. SIN PECADO CONCEBIDA.
EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMÉN.
¿Quién causa tanta alegría? ¡La Concepción de María!
¿María de Nicaragua? ¡Nicaragua de María!
¿Matagalpa de María? ¡María de Matagalpa!
¡Que viva la Virgen María! ¡Que viva!