Cuarto Día de la Novena al Señor de Esquipulas

Cuarto Día de la Novena al Señor de Esquipulas 09 de enero del 2020

Invocación al Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor; envía Señor tu Espíritu y renovaras la faz de la tierra. Oh Dios que haz iluminado los corazones de tus fieles con la luz y la gracia de tu Espíritu, haz que seamos dóciles a ese mismo Espíritu para disfrutar de tus divinos consuelos; por Jesucristo Nuestro Señor. Amen.

Ave María Purísima: Sin Pecado concebida.

Porlaseñal

Acto de contrición para todos los días.

 Jesús crucificado, Dios de inmensa Majestad, que a la vista de tu virtud y de la magnificencia de tu gloria, tiemblan las potestades del Cielo; y qué con la plenitud de tu infinita misericordia y bondad, convidas al más ingrato pecador a la remisión de sus culpas. Pequé, señor, y la muchedumbre de mis pecados sobrepuja a las arenas del mar. Pequé, dulce Jesús mío; me pesa haberte ofendido, y prometo apartarme de todas las ocasiones de ofenderte, ayudándome con tu divina gracia, que aún hallándote enojado justamente por nuestras culpas, concedes misericordia a los que invocan tu Santísimo Nombre. Pequé, dueño de mi alma. Misericordia. Jesús Salvador del mundo: Viva tu fe, viva tu amor, viva tu gracia.  Amén.

Acto de amor a Jesucristo

Compuesto por San Francisco Javier, que se dirá todos los días.

No me mueve, mi Dios, para quererte

El cielo que me tienes prometido,

Ni me mueve el infierno tan temido, 

Para dejar por eso de ofenderte:

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte

Clavado en esa cruz escarnecido:

Muéveme al ver tu cuerpo tan herido,

Muéveme tus afrentas y tu Muerte.

Muéveme en fin: tú amor de tal manera,

Que aunque no hubiera Cielo,

Yo te amará, Y aunque no hubiera infierno,

te temiera; No me tienes que dar porque te quiera,

Porque si cuánto espero no esperara,

Lo mismo que te quiero, te quisiera.

Oración para todos los días.

Oración para todos los días.

Jesús crucificado, que milagrosamente has manifestado tres sudores copiosos en tu divina y prodigiosa Imagen de Esquipulas, como para significar la multitud y acrecentamiento de nuestros pecados. Tened piedad de mí lavando mi alma con aquella sangre preciosísima que derramasteis en la agonía del Huerto. Vos sois la piscina de toda salud. A vos se acogen los enfermos. Vos sois el refugio de todos los desamparados. Vos sois  el consuelo de todos los afligidos, y todos los que claman a vos, con fe viva, consiguen el pronto remedio de sus males. Ayudad Señor, mi incredulidad para conocer que mis pecados afearon y oscurecieron vuestra hermosura. Ayudadme, Señor, para alcanzar lo que os pido en esta novena si conviene al bien de mi alma. Amén.

Oración a Nuestra Señora de los Dolores

Que se ha de decir todos los días, al fin de la novena.

Virgen dolorosísima, y la Madre más dulce y amorosa para todos los pecadores, que por tu mucha caridad te encomendó, Jesús tu            Hijo muy amado, el amparo y maternidad de todos ellos. Yo, el más indigno pecador, imploro tu auxilio e intercesión por aquel dolor que traspaso tu alma inocentísima, cuando ocupada en la mayor amargura, estuviste al pie de la cruz, viendo al manso y paciente Cordero Jesús, ser despedazado por aquellos ministros de Satanás, denegrido y oscurecido su cuerpo con los golpes, heridas y sangre qué le bañaban. Por tanto, madre mía, te suplico que mis peticiones sean oídas benignamente por tu Hijo Santísimo, y que mire su imagen de Esquipulas con tierno y arrepentido corazón para que su nombre sea alabado y bendito. Amén.

Día cuarto.

Considera que Jesús fue pronosticado con el nombre de Dios, porque Él es el Hijo muy amado del Altísimo, y una misma sustancia con el Padre y con el Espíritu Santo. Por este solo Nombre dió completa y superabundante satisfacción por nuestros pecados y sólo por este Nombre, pudo reconciliarnos en la amistad perdida con el Padre celestial. Qué os bendigan, ¡Oh Jesús! las Dominaciones por vuestra infinita misericordia.

Tres Padrenuestros con  Avemarías y Gloria..

Cuarta canción.

Ave, Iris, que el alma adora,

Cuál bello anuncio de paz;

 En cuyos arcos no hay más,

Que luz del Sol que los dora;

 Y en blanco rocío mejora

Al mundo en llanto anegado:

(Resp.) Líbranos como piadoso,

 De la muerte del pecado.

Oración.

¡Oh Dios humanado por amor de los hombres! Creador, Salvador, y Glorificador mío, que por la alteza y grande virtud de vuestro Nombre., fuisteis prometido a los Patriarcas, anunciado por los Profetas y deseado por la Sinagoga; Vos sois la única esperanza de mi salvación, el único consuelo en mis aflicciones y trabajos, el único remedio de mis males. Os suplico encarecidamente os acordéis que soy hechura de vuestras manos, pero frágil, lleno de pasiones, rodeado de enemigos y lleno de pecados; y por tanto, necesitado a que siempre me miréis con misericordia. Tened, pues, piedad de mí, Jesús, Hijo de David. Amén.

Petición.

Puedes leer:“La luz vencerá en Nicaragua”. Monseñor Rolando Alvarez

Cuarto Día de la Novena al Señor de Esquipulas

Cuarto Día de la Novena al Señor de Esquipulas