Séptimo Día de la Novena al Señor de Esquipulas

Séptimo Día de la Novena al Señor de Esquipulas

Invocación al Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor; envía Señor tu Espíritu y renovaras la faz de la tierra. Oh Dios que haz iluminado los corazones de tus fieles con la luz y la gracia de tu Espíritu, haz que seamos dóciles a ese mismo Espíritu para disfrutar de tus divinos consuelos; por Jesucristo Nuestro Señor. Amen.

Ave María Purísima: Sin Pecado concebida.

Porlaseñal

Acto de contrición para todos los días.

 Jesús crucificado, Dios de inmensa Majestad, que a la vista de tu virtud y de la magnificencia de tu gloria, tiemblan las potestades del Cielo; y qué con la plenitud de tu infinita misericordia y bondad, convidas al más ingrato pecador a la remisión de sus culpas. Pequé, señor, y la muchedumbre de mis pecados sobrepuja a las arenas del mar. Pequé, dulce Jesús mío; me pesa haberte ofendido, y prometo apartarme de todas las ocasiones de ofenderte, ayudándome con tu divina gracia, que aún hallándote enojado justamente por nuestras culpas, concedes misericordia a los que invocan tu Santísimo Nombre. Pequé, dueño de mi alma. Misericordia. Jesús Salvador del mundo: Viva tu fe, viva tu amor, viva tu gracia.  Amén.

Acto de amor a Jesucristo

Compuesto por San Francisco Javier, que se dirá todos los días.

No me mueve, mi Dios, para quererte

El cielo que me tienes prometido,

Ni me mueve el infierno tan temido, 

Para dejar por eso de ofenderte:

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte

Clavado en esa cruz escarnecido:

Muéveme al ver tu cuerpo tan herido,

Muéveme tus afrentas y tu Muerte.

Muéveme en fin: tú amor de tal manera,

Que aunque no hubiera Cielo,

Yo te amará, Y aunque no hubiera infierno,

te temiera; No me tienes que dar porque te quiera,

Porque si cuánto espero no esperara,

Lo mismo que te quiero, te quisiera.

Oración para todos los días.

Oración para todos los días.

Jesús crucificado, que milagrosamente has manifestado tres sudores copiosos en tu divina y prodigiosa Imagen de Esquipulas, como para significar la multitud y acrecentamiento de nuestros pecados. Tened piedad de mí lavando mi alma con aquella sangre preciosísima que derramasteis en la agonía del Huerto. Vos sois la piscina de toda salud. A vos se acogen los enfermos. Vos sois el refugio de todos los desamparados. Vos sois  el consuelo de todos los afligidos, y todos los que claman a vos, con fe viva, consiguen el pronto remedio de sus males. Ayudad Señor, mi incredulidad para conocer que mis pecados afearon y oscurecieron vuestra hermosura. Ayudadme, Señor, para alcanzar lo que os pido en esta novena si conviene al bien de mi alma. Amén.

Oración a Nuestra Señora de los Dolores

Que se ha de decir todos los días, al fin de la novena.

Virgen dolorosísima, y la Madre más dulce y amorosa para todos los pecadores, que por tu mucha caridad te encomendó, Jesús tu            Hijo muy amado, el amparo y maternidad de todos ellos. Yo, el más indigno pecador, imploro tu auxilio e intercesión por aquel dolor que traspaso tu alma inocentísima, cuando ocupada en la mayor amargura, estuviste al pie de la cruz, viendo al manso y paciente Cordero Jesús, ser despedazado por aquellos ministros de Satanás, denegrido y oscurecido su cuerpo con los golpes, heridas y sangre qué le bañaban. Por tanto, madre mía, te suplico que mis peticiones sean oídas benignamente por tu Hijo Santísimo, y que mire su imagen de Esquipulas con tierno y arrepentido corazón para que su nombre sea alabado y bendito. Amén.

Día séptimo

Considera que Jesucristo fue anunciado por Príncipe de Paz, porque siendo nosotros gobernados por el príncipe de las potestades infernales, vivíamos en los delitos y pecados, y reinaban entre nosotros el odio y las enemistades. Porque Jesús evangelizando la paz hizo de todas las naciones, un solo pueblo para que habitáramos todos en él con un amor fraternal. Sea vuestro Nombre alabado ¡oh Jesús! por las Virtudes del Cielo, pues desapareció entre nosotros el oprobio de nuestros vicios para que reinara la virtud y la caridad.

Tres Padrenuestros con Avemarías y Gloria.

Séptima canción

Ave luminar mayor 

Cuyo esplendor celestial

Comunicas tan igual

Al bueno y al pecador

Al bueno para mejor,

Al malo para ampararlo:

(Resp.) Líbranos como piadoso,

de la muerte del pecado.

Oración

¡A Jesús mansísimo!  Que trayéndonos la justicia y la paz, reconciliasteis con Dios a los judíos y a los gentiles, formando con vuestra Cruz amorosa de estos dos pueblos un solo cuerpo en un hombre nuevo que, destruyendo los vicios y pecados del viejo Adán, nos disteis la amistad por medio de la caridad y nos donasteis la gracia por vuestra justicia, con la que participáramos de las abundantes riquezas de vuestra bondad. Concedednos, que viviendo siempre en gracia, en caridad y en justicia, consigamos el ser contado en el número de los domésticos de la casa de Dios.

Petición

Puedes leer: “Somos bautizados, somos hijos adoptivos de Dios”. Padre Vicente Martínez

Séptimo Día de la Novena al Señor de Esquipulas

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