El presbítero Vicente Martínez, párroco de la parroquia Santa Lucía – Ciudad Darío, en la celebración Eucarística, el 10 de enero, manifestó que somos bautizados, Somos hijos adoptivo de Dios por medio de Cristo, esto en el día en que la iglesia celebra la fiesta del Bautismo del Señor y concluye el tiempo de Navidad.
En su mensaje aseguró que todos están llamados como bautizados, como cristianos, año con año, día con día a vivir y renovar el bautismo, así como lo hablan los textos de las lecturas del día, sobre el bautismo del Señor, “nos enfatiza la dignidad de Cristo, Cristo que es ungido por el Espíritu Santo y es acreditado por el padre con esa vos muy bonita que se oye desde el Cielo Este es mi Hijo Amado, mi elegido escúchenlo».
Agregó que, que cuando todos fueron bautizados, ese día, esa misma voz descendió del cielo hacia cada uno de los cristianos, «Él es mi Hijo Amado recíbanlo». «Por lo tanto el Padre envía a Jesús a que haga el bien a todas las personas necesitadas, que de salud, de liberación del mal, a los que necesitamos ser perdonados, a los que necesitamos paz, justicia, amor, dones y gracias, que solo la puede dar y donar a Dios que manifiesta su misericordia a la humanidad abatida por el mal, que viene hacer daño no solo a la persona, si no, a la familia, a la sociedad, es decir pareciera que el mal va caminando más rápido que el bien, pero al final el mal será destruido, por lo tanto el Señor nos dice que verdaderamente nosotros también somos sus hijos y él quiere hacernos el bien», expresó.
Cristo nos redime del pecado mediante las aguas bautismales.
“Cristo interviene en la vida, en la historia humana para redimirnos del pecado y de la muerte aun a costa de su propia vida. Por lo tanto san Hipólito dice que Jesús fue donde Juan y recibió el bautismo, cosa realmente admirable, la corriente inextinguible que es Cristo que alegra a la ciudad de Dios, que es lavado con un poco de agua, ya que es la fuente inalcanzable que hace germinar la vida para todos los hombre y que nunca se agota, se sumerge en agua para mostrarnos en estos tiempo la humildad y la grandeza de Dios hacia nosotros» destacó.
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Concluyó manifestando que Cristo hoy quiere iluminar a todos con su Luz Divina, quiere que bajen con Él al agua, para luego subir con Él al cielo y tener la oportunidad de cada año renovar las aguas bautismales.
Redacción: Juana Ruiz.
Diócesis Media parroquia Santa Lucía.