“El Señor nos libra del mal”. Presbítero Salvador López

En el décimo Domingo del tiempo Ordinario, el padre Salvador López de la parroquia San Juan Bautista en Matagalpa dijo: “El Señor indica que él tiene el poder sobre las cosas malignas y que va liberando al hombre del mal, y así lo vemos en el Evangelio de hoy que el Señor en su misión va Evangelizando, pero también librando al hombre del mal”.

También manifestó que “en la primera lectura se ve prefigurado al maligno en una serpiente que induce a Adán y Eva, ellos piensan que su pecado no es visto por Dios y se esconden ante Dios, muchas veces se cree que Dios no mira cuando hacemos el mal, pero Dios siempre está viendo porque él es un Dios vivo de la Salvación, de amor y misericordia”.

El religioso destacó lo dicho por el Papa Francisco en la homilía de este domingo sobre la Eucaristía: “Dios siempre alimenta a los pecadores, la Eucaristía no es un premio para los santos, sino que es alimento para los pecadores”, además es remedio que sana nuestro corazón cerrado.

El maligno siega:

En este punto el padre Salvador señaló que el maligno siega al pecado y el mal, pero Dios abre los ojos para “apartarnos del pecado, porque él ha vencido el mal en la Cruz con su muerte y su resurrección, entonces el mal no tiene poder para los que creen en Dios.  Pero hay muchos que no sacan la suciedad de su corazón y para esto la receta más fácil es el ayuno y la oración”, indicó.

Realizó la invitación a la oración para vencer toda fuerzas del maligno como obstáculos que seducen a realizar el mal al igual que Adán y Eva, pero el Señor ve con ojos de misericordia y perdona siempre.

El Espíritu Santo conduce al bien:

El Espíritu Santo conduce al bien, acertar todo lo que viene de Dios, él llama hacer cosas buenas y guía a estar en la verdad, aceptar a Dios como único salvador de “nuestra vida”.

Existe otro medio para “librarnos del mal que es la confesión de esta manera nos desatamos del maligno y nos ayuda a sanar el mal y el pecado en nosotros”.

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“Hay que dejarse guiar por Dios que es la salvación y la vida eterna, que es gozo y alegría”, concluyó el presbítero Salvador.

Redacción Kellys Rivera.

Diócesis Media, parroquia San Juan Bautista, Matagalpa.