Monseñor Rolando Alvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, presidió la solemnidad de Corpus Christi, al atardecer del jueves 3 de junio, en la Iglesia Catedral San Pedro Apóstol, acompañado por fieles que cumplieron las medidas de protección ante el COVID-19.
Antes de concluir la celebración se realizó una procesión Eucarística en el interior del templo, los asistentes desde sus lugares acompañaron al Santísimo.
En su mensaje recordó que hoy la Iglesia está de fiesta en la solemnidad del Cuerpo y la Sangre Cristo, en Jesús que pide hacer memoria, que es actualización que se da en cada celebración Eucarística. “Ya Cristo deja su vida, su cuerpo, sangre alma y divinidad para luego entregarse en el sacrificio de la Cruz”.
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“Deja su cuerpo y su sangre a través de su ser Sumo y Eterno Sacerdote, fiesta que se ha celebrado el jueves pasado y que se une con la fiesta del Corpus Christi… De ahí que debemos ser hombre y mujeres Eucarísticos, un católico no se entiende sin la Eucaristía, por lo tanto debemos orar ante Jesús Sacramentado, estar tiempo con él”.
La Virgen Santísima en Nicaragua vencedora del fiero Dragón:
El Obispo también refirió que en Nicaragua Jesús ha dado permiso a su madre santisima de aplastar con su pie la cabeza del fiero dragón, en esto reiteró que al encontrarse la semana pasada en retiro, y compartir con las Hermanas Carmelitas Descalzas, Hermanas de la Cruz del Sagrado Corazón y con las Hermanas Clarisas, descubre que en el país hay una lucha espiritual, “y existen dos potencia demoníacas que están actuando… En este discernimiento con las hermanas no logramos saber los nombres de los dos demonios y potestades malignas que quieren aplastar a Nicaragua, quizás algún día el Señor lo revele, sin embargo, lo que más importa es que el Señor le ha dado a su madre, a la Virgen, el poder de vencer al fiero dragón, a la serpiente venenosa”.
“Acudamos a la Virgen Rezando el Santo Rosario, recemos cuantas veces podamos: En el bus, mientras se camina, mientras se hace ejercicio, los campesinos mientras montan a caballo, en fin, para ver la salvación en nuestra vida”, concluyó.
Redacción y fotografías: Manuel Antonio Obando Cortedano.
Diócesis Media.