En la actualidad las enfermedades crónicas no transmisibles representan un peso importante en la morbilidad y mortalidad tanto en países desarrollados como en países pobres la globalización, el desarrollo tecnológico y la vida moderna influyen en los estilos de vida, es decir, en aquellos hábitos, comportamientos y conductas de las personas dentro de una sociedad determinada.
Talvez enfermedades como las cardiovasculares, hipertensión arterial, diabetes, enfermedades pulmonares, obesidad y cáncer entre otros son responsables de más de 56.5 millones de muertes anuales y son la primera causa de muerte y discapacidad a nivel mundial según la Organización Mundial de la Salud.
Aspectos importantes:
Estilos de vida asociados a factores modificables como una alimentación inadecuada por exceso en el consumo de alimentos «chatarra», como carbohidratos, bebidas carbonatadas, alimentos procesados y ultra procesados son determinantes para el sobrepeso y la obesidad que sumados a la nula o escasa actividad física son detonantes fatales para la salud y sobrevida de una persona.
Cada día se incrementa entre los jóvenes el consumo de tabaco y alcohol los que guardan una relación directa entre el cáncer de pulmón, las enfermedades pulmonares obstructivas crónicas así como las enfermedades cardiovasculares, no menos importante los trastornos que provocan en términos de las adicciones y muertes por accidentes o muertes violentas.
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La piedra angular para enfrentar esta pandemia de enfermedades crónicas no transmisibles está en la prevención y promoción de hábitos saludables prestando mucha atención a los factores de riesgo modificables y comenzando desde la infancia y adolescencia promoviendo las actividades físicas, dieta saludable y no consumo de alcohol, tabaco u otras drogas.
Redacción: Doctor Freddy Espinoza.
Diócesis Media, Iglesia y Salud.