En el V Domingo de Pascua, el padre Vicente Martínez presidió la Santa Misa en la Parroquia Santa Lucía, Ciudad Darío explicando en su homilía que los cristianos deben de permanecer fieles a Jesús y no correrse con el ruido de los caites, ya que en la vida se tendrán pruebas, tribulaciones, persecuciones y tantas cosas, pero el que persevere hasta el fin, ese se salva.
Inició reflexionando que en la vida se tiene que aprender a llorar a sufrir, pero al final aprender a alegrarse: “Recuerden que en la vida no todo es color de rosa, pero tampoco todo son cruces o problemas todas las situaciones que se creen irremediables tienen solución”.
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“En el Evangelio Jesús se nos presenta como La Vid, Él es el tronco y nosotros somos las hojas, nos convertimos en hojas muertas cuando nos separamos de Él, de la oración, de la Eucaristía, del grupo, movimiento o pastoral”, compartió el padre.
La vida cristiana no es para vivirla de cualquier modo: “Tenemos que vivir de acuerdo al Evangelio no nos acomodemos al pecado, a la mentira, a la injusticia, al falso testimonio porque sí nosotros nos acostumbramos al mal, nos empobreceremos espiritualmente”, Enfatizó el padre.
Para dar frutos hay que permanecer fieles y perseverar:
“El Señor aprovecha los problemas para podarnos, curarnos y convertirnos con el propósito que demos mucho fruto es en este momento que nosotros debemos de preocuparnos por no secarnos permaneciendo unidos y fieles a Él quién es agua viva, pan del cielo, luz del mundo, camino, verdad y vida”, explicó.
“Jesús nos invita a permanecer en su palabra, es decir a vivir los ideales, el Evangelio, a permanecer en el amor y cumplir sus mandamientos. Es por ello que tenemos que pedirle nuestra conversión y la gracia de aprender a priorizar a Dios como el centro de nuestra vida para permanecer unidos a Él”. Puntualizó el presbítero Vicente.
Redacción: Heather Ríos, Diócesis Media Parroquia Santa Lucía, Darío.