Fiestas patronales en la comunidad de San Juanillo – Parroquia Santa Lucia, Ciudad Darío

Bajo una hermosa sombra gracias a la creación de Dios, con cantos, con vivas y con la bendición de las velas e imágenes, celebró  la Santa Misa el presbítero Vicente Martínez, en las fiestas patronales en la comunidad de San Juanillo, perteneciente a parroquia Santa Lucía Ciudad Darío, la tarde de este martes 2 de febrero 2021, en la fiesta de la presentación del Señor y Nuestra Señora de Candelaria.

El presbítero Martínez en su homilía indicó, que esta fiesta de la Virgen de la Candelaria es un mensaje e invitación a no perder la esperanza de un día ser una Nicaragua verdaderamente independiente, donde no haya más pobreza, emigración, corrupción, mentiras, sino más bien que haya para todos sin exclusión alguna como nicaragüenses, libertad para vivir, opinar y construir una Nicaragua donde reine la luz que es Cristo: «No perdamos la esperanza de que así como el pueblo de Israel fue liberado, Nicaragua será liberada de esta oscuridad, porque Jesús es el camino, la luz que brillará en esta Nicaragua que tanto necesita paz en este tiempo», expresó.

Entregarse cada día al Señor:

También el sacerdote compartió que este día que se celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada cada uno como niño, jóvenes, adultos, debe de entregarse no sólo hoy, si no que todos los días entregar la vida consagrada a Dios desde el testimonio como padres e hijos, para no ser seres humanos que mueran y vivan sin conocer a Cristo.

“En la actualidad  hay hermanos que han fallecido a causa de la pandemia sin llevarlos a misa, pero aquí es donde debemos de reflexionar y preocuparnos por llevar a vivos y no a muertos, porque los que mueren descansan en paz y los vivos aún seguimos en este mundo de tinieblas y no nos preocupamos por transformar nuestra vida, así que la misa que vivimos en vida, entreguémosla como testimonio que le damos en vida al Señor», mencionó.

De igual manera el sacerdote se dirigió a los presente donde compartió lo siguiente: «Hoy más que nunca es aquí donde hacemos viva las palabras de su excelencia Monseñor Rolando Alvarez: ”Un pueblo desesperanzado, es un pueblo sepultado”, porque “hermanos así como lo relata el Evangelio, nos presenta a ese hombre Simeón varón justo y temeroso de Dios, que nunca perdió la esperanza, que siempre vivía lleno del Espíritu Santo, porque Dios le había prometido no morir antes de ver al salvador, es de esta manera que cada uno de nosotros, hoy, debe pedirle a la virgen de Candelaria, que ruegue a Dios por nuestra nación, para que nos regale una persona justa, que construya una Nicaragua donde se respete la dignidad humana, los derechos humanos, y sobre todo se sienta guiado por la luz que es Cristo para conducir una nación verdadera e independiente”, así lo dijo el presbítero Martínez.

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Cristo, luz del pueblo nicaragüense:

El sacerdote Martínez finalizó recalcando que la Virgen trae en sus brazo a su hijo amado, que es la luz que tanto clama este pueblo sufrido, la luz para esta Nicaragua que está sometida a la mentira y a la oscuridad por personas que solo quieren el bien para ellos, pero nunca para la sociedad nicaragüense, en estas Fiestas patronales, “pidan por todos los religiosos y las religiosas que entregan a Dios su vida y por esta Nicaragua tan sufrida”.

Redacción: Juana Ruiz

Diócesis media parroquia Santa Lucía, Darío.