“María Rosa Mística es la madre de las vocaciones”. Padre Vicente Martínez

La Parroquia Santa Lucía en Ciudad Darío celebra los trece de cada mes a la Virgen María bajo la advocación de Rosa Mística, el presbítero Vicente Martínez, en su homilía de viernes de la XIX semana del Tiempo Ordinario expresó que María Rosa Mística es la madre de las vocaciones.

El padre inició su enseñanza explicando a la comunidad católica presente que las apariciones de la Virgen María tienen como tema central la conversión: «Ese es el mensaje de Jesucristo, anunciar la conversión, Juan el Bautista decía: Conviértanse porque el reino de Dios está cerca… Y la madre de Jesús también nos recuerda que nuestra vida tiene que ser un proceso de conversión, en este día damos gracias a Dios, porque el año pasado esta fecha no la pudimos celebrar con tanta alegría, con tanta devoción, esto significa hermanos que Dios a través de la Virgen está escuchando nuestros ruegos, nuestras oraciones” dijo el Padre Vicente.

presbítero Vicente Martínez
presbítero Vicente Martínez

«Mucha gente se ha apartado de Dios, se ha apartado de Cristo que es el camino, la verdad y la vida, hoy la Virgen María nos enseña cuál es el camino para no alejarnos de Dios: Hagan lo que él les diga, eso dijo en las bodas de Caná, también vamos a escucharla en el Evangelio de San Lucas con el magnífica diciendo proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador«, manifestó el presbítero Martínez.

María Rosa Mística
María Rosa Mística

La humildad no es apariencia:

El sacerdote Martínez reflexionó que el Señor derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes: «Hermanos en la vida no vale la pena ser poderoso, andar en las nubes, vivir hipócritamente, en la vida tenemos que aprender a ser humildes y recuerden lo que dicen los santos de nuestra Iglesia que la humildad es tan delicada que el que dice tenerla la pierde y aquel que cree que no es humilde puede serlo, mucha gente dice: Yo soy humilde porque vivo en una casa de plástico, pero humildad no es sinónimo de pobreza porque mucha gente puede ser pobre pero la soberbia la mata, porque la humildad se lleva en el corazón y no en la apariencia”.

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Para finalizar el padre mencionó que todos son pecadores, en camino de conversión y de salvación por lo tanto necesitan ayudarse y acompañarse como hermanos, pues en Cristo está la fuerza.

Redacción: Heather Ríos.

Diócesis Media, parroquia Santa Lucía,Darío.