“Escuchar la voz del Señor, para discernir lo auténtico de lo no auténtico”. Monseñor Rolando Alvarez

En medio del sufrimiento, cansancio y crisis que vive el pueblo nicaragüense, “debemos escuchar la voz del Señor, para discernir lo auténtico de lo no auténtico”, recordó Monseñor Rolando Alvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, durante la Santa Misa el domingo 7 de febrero 2021, en la Iglesia Catedral San Pedro Apóstol de la Diócesis de Matagalpa.

En su mensaje recordó que Nicaragua está surcada de sufrimiento, cansancio, crisis social, política, económica y sanitaria, sin embargo “nuestra firme esperanza es escuchar entre tantas voces que a veces aturden, la voz por antonomasia, la voz del Señor”.

“Debemos escuchar la voz del Señor para discernir lo auténtico de lo no auténtico, distinguir la máscara de lo original y tener evidente el fondo y las raíces. No escuchemos cantos de sirenas que dicen: Está aquí o está allá… Escuchemos la voz del Señor, y en esa escucha encontraremos la respuestas sin prisa ni ansiedades, porque hay gente que anda ahorita a la carrera, sigamos observando y escuchando para descubrir los falsos mesianismos y los equivocados triunfalismos”.

“Que sea Cristo el que tome de la mano a Nicaragua y la levante hacia nuevos horizontes de paz, justicia, libertad y fraternidad. Así sea”.

Elogia labor de trabajadores de la salud:

Explicando sobre el Evangelio donde Jesús cura a la suegra de Simón, y donde le lleva la gente a otros enfermos, agradeció al personal sanitario de Nicaragua y de todo el mundo, que durante la pandemia han estado en primera fila, “y han sido millones de enfermos y millones de fallecidos, miles de enfermos y miles de fallecidos en Nicaragua, pero ahí estuvieron esas manos, benditas para consolar a ese enfermo que se curó, o a ese enfermo que en el aislamiento, en el desierto y soledad falleció”.

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“Es Cristo que a través de la bondad de tantos hombres y mujeres que puestos en la primera fila, sigue acompañándolos, sigue consolando en este misterio de fragilidad, dolor y fe”, indicó.

Fotografías y redacción: Manuel Antonio Obando Cortedano.
Diócesis Media.