Presbítero Vicente Martínez: “El miedo y la indiferencia nos convierte en pecadores de omisión”

En su homilía de jueves Eucarístico, XI Semana del Tiempo Ordinario, en la Parroquia Santa Lucía en Ciudad Darío, el párroco, padre Vicente Martínez explicó que actualmente en el mundo, especialmente entre los nicaragüenses, hay dos pecados graves: el miedo y la indiferencia, pecados de omisión que impulsa a guardar silencio y no actuar como Dios lo pide.
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“Estamos en un tiempo en el que podemos ver que están golpeando al otro, que lo están masacrando y más bien nos quedamos callados, eso además de ser un pecado de omisión, es un pecado  de injusticia, es un pecado que clama al cielo, porque la indiferenciase puede convertirse en hipocresía, porque decimos como yo no soy el que estoy sufriendo, ni me interesa, la indiferencia  es un pecado muy  grave que nosotros los nicaragüenses estamos cometiendo, ahora  cualquier injusticia que miramos nos callamos, nos cruzamos los brazos y no decimos nada, eso es grave, porque con esta situación que vivimos en Nicaragua podemos ver que echan preso a un obispo, a un sacerdote y nos hacemos los sordos, mudos ante tanta injusticia guardamos silencio, sin darnos cuenta que al callar estamos convirtiéndonos en miedosos  e indiferentes ante el dolor del hermano”, manifestó el padre Martínez.

TODO CRISTIANO TIENE UN POQUITO DE HIPOCRESÍA:

Además, el sacerdote compartió el tema de la hipocresía, siendo esta una mancha que todos tienen, unos menos, unos más: «Todos estamos manchados con esa lepra de la hipocresía, claro que si, por eso no podemos obviarla, porque a todos nos gustan los honores a todos nos gustan los reconocimientos, pero lo más triste del hipócrita verdadero, es que vive de la apariencia nunca es una persona transparente, siempre se quiere lavar la cara delante de Dios y de los hombres, sin percatarse que el sólo hace su propia tumba en el abismo del pecado y del engaño”.

REFLEXIÓN DEL SANTO EVANGELIO:

“El Señor en el Santo Evangelio sigue hablando del tema de la oración, compartiendo cuando ustedes hagan oración no hablen mucho como los hipócritas que les gusta gritar, les gusta desmayarse o hacer desmayar a otros, ellos creen que eso es oración, pero no es así, la oración se resume en la confianza, en la humildad que ayuda al cristiano a reconocerse pecador. Por eso debemos de conocer que en cada Eucaristía cuando hacemos el acto penitencial, decimos yo confieso ante Dios, todo poderoso, ante ustedes hermanos que he pecado mucho, primero de pensamientos, segundo de palabras y de omisión, como pecamos de omisión, cuando miramos el mal, la injusticia y nos quedamos callados, eso es pecar de omisión y convertirnos en cómplices de la injusticia, que causa dolor en el hermano” recodó el sacerdote.

Para finalizar, el sacerdote enfatizó que ante tanta indiferencia que se está viviendo actualmente el Señor llama a convertirse, a dejar de ser estatuas, a evitar retroceder por el miedo y también por la indiferencia, a denunciar la injustica para así evitar ser cristianos hipócritas.

Redacción: Juana Ruiz

Diocesis Media, Parroquia Santia – Lucía Darío.