La parroquia San Isidro Labrador, celebró su festividad patronal, la mañana de sábado 15 de mayo, con la Santa Misa solemne que presidió Monseñor Rolando José Alvarez Lagos, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, acompañado por el párroco y también vicario de pastoral, Monseñor Edgar Sacasa.
Al final de la celebración el Obispo impartió la bendición para las siembras, maquinarias y tierras que ya los campesinos tienen preparadas para el ciclo agrícola que inicia con la llegada del invierno, en esto recordó que tal y como lo experimentó el jueves en Rancho Grande, ahora en esta parroquia vuelve a sentir una gran esperanza en los hermanos del campo.
De igual forma saludó a los fieles que desde las comunidades se unieron a través de la transmisión de radio y televisión, ya que por la pandemia este año no pudieron asistir para evitar aglomeraciones y contagios, a ellos les pidió vivir la espiritualidad de su patrono.
Virtudes de San Isidro:
En su mensaje explicó que San Isidro es un hombre humilde, de los humildes exaltados por el Señor, hombre que no necesitaba de los poderes del mundo. Asimismo explicó que el Santo destaca por ser hombre de oración, que diario iba a visitar la Iglesia antes de iniciar su jornada: “Hombre como muchos de ustedes que viven la Eucaristía, y en los 6 meses que tuvimos que cerrar por la pandemia, muchos de ustedes nos decían: Cuanta falta nos hace la Eucaristía”.
“Por lo tanto que cada día sean más los católicos que busquen, que anhelen la Eucaristía, que sientan la urgencia de estar en gracia para poder comulgar el cuerpo y la sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Pensaba también en cuantos de ustedes se levantan a las 3 de la mañana a rezar la coronilla a la Divina Misericordia, cuántos diariamente rezan uno, dos o tres Rosarios, que van a orar ante Jesús sacramentado”, indicó.
Unido a la Vid y constructor de una familia Santa:
En este punto aseguró que de esa manera San Isidro estuvo unido a la vid, mantuvo una intimidad profunda con el Señor, con el Padre, con el Hijo, con el Espíritu Santo como dice el Evangelio del día: “Como yo los amo, así los ama el Padre”, esa intimidad de amor San Isidro la vivió, y de esa forma logró hacer una familia Santa, pues la esposa de él es Santa María de la Cabeza, una gran santa reconocida en España, y su hijo es Beato”.
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Aquí el Obispo sugirió pedir en este día la gracia de tener una familia Santa, así como la de Isidro que hasta pasan desapercibidos: “Muchas veces creo nos da miedo la santidad, nos da miedo pedirla, y el Señor va obrando en nuestras familias, en nuestros matrimonios. Pidamos al Señor la gracia de vivir en santidad a ejemplo de San Isidro. Así sea”, concluyó.
Redacción y fotografías: Manuel Antonio Obando Cortedano.