En el XII Domingo del Tiempo Ordinario, el Presbítero Vicente Martínez presidió la Eucaristía en la Parroquia Santa Lucía, Darío, donde compartió en su homilía que Jesús a través de la liturgia invita a no perder la esperanza, que cuando las tempestades de la vida te agobien, ten presente las palabras de Jesús, “vengan a mí todos los que están cansados y agobiados y yo los haré descansar”. Además, expresó que el problema que hoy enfrentas, será el testimonio de mañana.
El padre Vicente manifestó que en Nicaragua se está pasando por tres momentos el miedo, la desesperación y la indiferencia: «Andan desesperados con miedo, tristes, llenos de indiferencia y buscan refugio, pero se les olvida que el Señor es nuestra fuerza, por lo tanto, sólo Jesucristo por el poder de su palabra, puede proteger y liberar de todo aquello que amenaza la creación y la existencia humana”.
Después de la tormenta viene la calma:
Seguidamente el sacerdote explicó que el Señor a nadie desampara: «Tenemos que estar seguros de eso, sin embargo, si caminamos solos, si creemos que la salvación es un esfuerzo humano, nos hundimos, y por lo tanto nosotros al igual que los discípulos nos sentimos asaltados por las pruebas de la vida, asfixiados por el miedo y corremos el riesgo de perder de vista lo más importante que está en la barca, Jesús está allí”.
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«Los seres humanos de este tiempo buscan a Dios hasta que ya no hay que hacer, y lo más triste hermanos es que el Amor no es amado, más cuando tienen problemas, cuando sienten que las tempestades de la vida los agobia dicen: ¡Ay Dios mío!», Enfatizó el Padre Martínez.
Para finalizar el padre invitó a los fieles que pidan al Señor la gracia de aprender a confiar en él, recordando, ¿Por qué tienen miedo?,0 ¿Aún no tienen fe?: «Entendiendo que el comienzo de la fe es saber que necesitamos la salvación, que no somos autosuficientes, necesitamos a Dios, por ello hoy invitémosle a la barca de nuestra vida, familia, Iglesia y nuestra patria, Nicaragua. Si Dios está con nosotros ¿quién contra nosotros?”.
Redacción: Heather Ríos
Diócesis media, parroquia Santa Lucía, Darío