Monseñor Alvarez: “Depositar en el corazón de la Virgen el año que termina y el que empieza”

Depositar en el corazón de la Virgen Santísima el año que concluye que ciertamente ha sido doloroso y depositar también el Año Nuevo que inicia, pidió Monseñor Rolando José Alvarez Lagos, Obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, en la santa Misa de fin de año y primeras vísperas de la solemnidad de Santa María Madre de Dios en la Iglesia Catedral, San Pedro Apóstol, Matagalpa, la noche del viernes 31 de diciembre 2021.

Es la tercera Misa que el prelado presidió este día luego que a las diez de la mañana estuviese en la parroquia San Juan Pablo ll, Dipilto, Nueva Segovia donde administró el sacramento de la Confirmación, a las cinco de la tarde en la Catedral de Estelí y a las ocho de la noche en la Catedral de Matagalpa.

Homilía:

En su mensaje recordó que la Virgen Santísima es la fiel y obediente esclava del Señor, por lo tanto al final del año y previo a iniciar el 2022, es importante hacer en María y con María un cenáculo de oración en la voluntad de Dios, “la Virgen Santísima que con su Sí deja un destello… Sabe la Virgen, sabia en Caná de Galilea lo que significa decir y hacer lo que el Señor dice, y la Virgen lo sabe y lo experimenta en la Cruz donde es entregada como nuestra Madre: Hijo ahí tienes a tu madre, mujer ahí tienes a tu hijo”.

“La maternidad divina que la lleva también hasta la Cruz y donde se convierte en una madre para nosotros, y la que en la Anunciación se convierte madre de nosotros, gracias a su sí, es una maternidad donde alcanzamos todos y desde el momento del sí en la Cruz, y en la persona del discípulo amado nos aceptó como hijos y nosotros la aceptamos como madre y la acogimos en casa, se convirtió la Virgen ahí en la Cruz en Madre”.

Depositar el sufrimiento en el corazón de María:

“En qué corazón puede estar mejor un hijo, sino en el corazón de la mamá, en el corazón de la Virgen nos depositamos todos, depositémonos para concluir un año ciertamente de sufrimiento y de dolor pero ella da esperanza a sus hijo, en su corazón se encuentra cura en medio de las tristezas, en el corazón de ella podemos concluir muy bien en medio del dolor que vivimos este año. Deposítense los Matrimonios en el corazón de ella, deposítense las familias, depositen a los parientes y también depositemos a los que no nos quieren, a los que nos han querido hacer calumnias, a los que no nos quieren, en el corazón de ella para que también sane nuestros corazones, alivie y de paz, depositemos en su corazón a quienes todavía no nos miran como hermanos, depositémonos todos en su corazón, depositemos a las viudas, a los huérfanos, a los niños en la calle, a las mujeres explotadas en la prostitución, a los que no tienen que comer, al campesino callados y silenciado, a los que tienen las riendas del país, a los de las casas poderosas, a los presos políticos, migrantes exiliados, enfermos por el COVID-19, a los que han partido por la pandemia”.

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“Todos depositémonos al corazón de ella, y hagámoslo con sinceridad porque todos alcanzamos en el corazón de la Madre, depositemos en el corazón de la Virgen a nuestra amada y sufrida Nicaragua”.

Depositar el Año Nuevo:

También invitó a depositar en el corazón de la Virgen Santísima el Año Nuevo que está por iniciar del cual no se conocen los acontecimientos que vendrán, “depositemos al corazón de ella, Virgen del camino, toda nuestra vida e historia”, concluyó.

Redacción y fotografías: Manuel Antonio Obando Cortedano.

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