En la Santa Eucaristía del domingo 17 de enero, el presbítero Salvador López de la Parroquia San Juan Bautista, en la ciudad de Matagalpa, destacó la grandeza de Jesús, manifestando que por eso debe ser el centro de toda la creación y también de la Salvación.
En primer lugar reflexionó como Juan el Bautista presenta a Jesús como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, que indica la salvación y la vida eterna, “allí se manifiesta la grandeza de nuestro Dios. También miramos la humildad de Juan el Bautista que no solo prepara a los discípulos, sino que también prepara al pueblo”, dijo.
Manifestó como Jesús llama al servicio, así como llamó a Pedro para ser la roca dela Iglesia, fundamento de la fe y el primer Papa de la Iglesia.
La Iglesia nace del kerigma, de la pasión y muerte de Jesús:
De igual manera, el Presbítero López dijo que de la sangre derramada en la Cruz se manifiesta ese fundamento de la Iglesia. Meditar la Cruz es mirar que Jesús que pone en manifiesto que nosotros debemos de aceptar el llamado que el Señor nos hace a cada uno a través del Bautismo y meditemos su pasión. “La mirada que Jesús fijó en Pedro es la mirada que también ha puesto en su Iglesia y la llamada para que busquemos la vida eterna”.
“La llamada de Dios es tan importante, como llamó a Samuel para la misión, así nos llama a nosotros. Aunque Samuel no escuchaba Dios le hablaba y así nos sucede a nosotros en muchas ocasiones no hacemos la voluntad de Dios. Todos tenemos que realizar la voluntad del Señor que nos va a llevar a la salvación, que él sea nuestro camino, la luz que guie nuestro caminar. En nuestra vida de fe es muy importante seguir a Cristo que es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”, sugirió.
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Finalmente alentó a que el Señor nos ayude a escuchar ese llamado y a servirle para seguir la misión.
Redacción: Kellys Rivera.
Diócesis Media, parroquia San Juan Bautista, Matagalpa.