Abrahám es un modelo para cada migrante que deja su patria, Presbítero Vicente Martínez

Al iniciar la celebración de la Santa Misa del Segundo Domingo del Tiempo Cuaresmal el 13 de marzo, el Presbítero Vicente Martínez párroco de la Parroquia Santa Lucía en Ciudad Darío, aseguró que Abrahám es un modelo para cada migrante que deja su patria, su familia, para buscar un futuro mejor.

Retomando el pasaje bíblico de la Primera Lectura en dónde a Abrahám le tocó dejar su patria, su tierra y su familia para irse  a un lugar desconocido, el padre Vicente constató que hoy a muchos hermanos también les ha tocado tomar está difícil decisión, de abandonar sus tierras para ofrecer una mejor vida a sus familias: «En Abraham también está presente el  hermano migrante que hoy sale de su patria, de su tierra, dejándolo todo para emprender viaje a un lugar desconocido, pero al igual que Abraham ellos van poniendo la mirada en Dios y en la Virgen, ahí van con sus estampitas, con su librito de oración confiando siempre en el Señor, recuérdense qué Abrahám es modelo de cada migrante».

El padre Martínez dijo además que cada ser humano como iglesia debe sentirse alegre, porque el Señor es su padre y aunque les toque dejar la patria, la familia, el hogar, la tierra, no pueden perder la mirada en el Señor: «No perdamos la fe en Cristo, porque recuérdese que la iglesia siempre ha anunciado a un Cristo muerto y para resucitar hay que pasar primero por la cruz».

Las personas piensan en las cosas de la tierra y se olvidan de las del cielo:

Por consiguiente argumentó que en la vida hay muchas personas que piensan en las cosas de la tierra y se olvidan de las cosas del cielo que son las que verdaderamente valen la pena: «Nuestro mayor regalo está en la eternidad que nos ofrece Cristo, que triste hermanos la vida de una persona que solo piensa en las cosas de la tierra, porque una persona así es capaz de cualquier cosa, si hay que matar, mata para tener las cosas de la tierra, si hay que hacer una guerra, la hace, si hay que hacer lo que haya que hacer, no importa hermano, la persona ambiciosa que solo piensa en las cosas de la tierra es muy peligrosa, es muy peligrosa porque no cambia de conducta».

Presbítero Vicente Martínez

Ante esta realidad invitó a pedirle al Señor que el transforme cada cuerpo miserable en un cuerpo semejante al de él: «Hermanos Dios tiene el poder para que este cuerpo que un día enterramos en la tierra, resucite como el de Cristo, el Señor nos está invitando a tener los pies bien puestos en la tierra, a trabajar, a ganarnos la vida, pero nuestro corazón puesto en el cielo no nos olvidemos hermanos que en la tierra  somos peregrinos, somos Misioneros, somos como el ave pasajera , somos como la lluvia, somos como las plantas que se van secando».

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Concluyó su homilía invitando a la feligresía a cuestionarse: «¿Cuál es la misión que Dios me ha encomendado y yo no he cumplido?, hermanos la vida del cristiano termina hasta que cumple su misión en la tierra y si el Señor nos tiene aquí es porque todavía nosotros no hemos cumplido nuestra misión».

Reducción: Zenelia Cordero Martínez

Diócesis Media, Parroquia Santa Lucía, Darío.