Ser custodios de los misterios sagrados de Dios y por lo tanto custodios de los demás, fue el llamado que hizo Monseñor Rolando José Alvarez Lagos, Obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, al presidir la Santa Misa en la parroquia Inmaculado Corazón de María, Iglesia San José de Matagalpa, al anochecer del sábado 19 de #marzo 2022.
Por la mañana el Prelado presidió la santa Misa en la parroquia San José, Quilalí, Nueva Segovia, de la Diócesis de Estelí, por lo tanto desde esta celebración saludó a la parroquia San José en Terrabona y a la parroquia San José de Matiguás en sus festividades.
Homilía:
En el mensaje llamó a ser custodios de los misterios sagrados de Dios como San José, custodios de la vida, de la economía, del medio ambiente, del corazón, para que nunca el odio, la venganza, el resentimiento tengan lugar, custodios, pastores de los demás, del prójimo, «somos llamados a ser custodios del hermano, nunca responder como caín. El espíritu del Evangelio nos insta a reconocer que se debe custodiar al otro, teniéndole paciencia, perdonando, no cansarse del 70 veces 7, custodios de la paz, de la justicia, de la libertad».
¿Cómo ser custodios en Nicaragua?
Monseñor Alvarez, dijo que también viene un cuestionamiento: ¿Cómo ser custodios en una situación como la que vive Nicaragua? «Se puede ser en la vida cotidiana, social, en donde nos movemos», tomando decisiones de paz y de justicia, cada quien desde su lugar está llamado a ser agente de paz dejándose llevar por el espíritu Josefino, así cada uno va siendo constructor del reino, de la nueva sociedad, por eso los creyentes interpelados por el espíritu de San José «podemos ser portadores de la transformación del mundo poniendo nuestros cinco panes y dos peces, el resto lo da el Señor».
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«Depositemos a los pies y en el corazón de San José, pidiéndole que nos proteja de todas las acechanzas del maligno, y pidamos nos ayude a comprometernos a ser custodios con la ayuda de Dios, protectores de los misterios sagrados del Señor».
Redacción y fotografías: Manuel Antonio Ovando Cortedano.
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