En el XVII domingo del tiempo ordinario, el presbítero Uriel Vallejos párroco de la Divina Misericordia, Sébaco, durante su homilía explicó que Jesús, sentado junto con sus discípulos en el monte, fijó su mirada en la gente que se acercó, y les expresó su deseo de proporcionar el pan que significará el don de su persona, y por tanto el evangelista dice que Jesús sabía lo que iba a hacer, un hacer que no se detiene en el prodigio de la multiplicación de los panes y los peces, sino que incluye contenido en el milagro para que la multitud tenga vida.
El banquete espléndido:
“Jesús, no pronuncia ninguna palabra de poder sobre los panes y los peces, su acción coincide con el gesto común, por el que el padre de familia pone el alimento de los suyos en relación con Dios”, manifestó. Además, explicó que Jesús da una orden, que recojan los pedazos sobrantes, que no es la gente que los recoge, sino los discípulos por orden de Jesús”.
«Lo sobrante simboliza el aspecto incorruptible del alimento que da Jesús. Entonces Jesús es aclamado por la gente al declarar que él es el profeta y reconoce en Jesús al personaje prometido por Dios que sería semejante a Moisés”, enfatizó el padre Vallejos.
El sacerdote concluyó la reflexión del relato evangelístico explicando que Jesús se convertirá en el pan para la muchedumbre, a la vez animó a los fieles a compartir el pan con los más necesitados y darle gracias a Dios por los alimentos que da.
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Santiago Apóstol Bendiga la Ciudad de Sébaco:
También mencionó que, al celebrar la fiesta de Santiago Apóstol, patrono de Sébaco, todo cristiano debe pedir interceda y mire con compasión, para que ruegue a Dios, así cada día todos se enamoren del Señor, acercarse a Dios, dando testimonio de fe, al igual que Santiago Apóstol”, Concluyó.
Redacción: Brayan Ramírez.
Diócesis Media, Parroquia Divina Misericordia, Sébaco.
Fotografías: Canal Católico de Sébaco