El Sábado 03 y Domingo 04 de Octubre reabrió el Templo Parroquial Nuestra Señora de Guadalupe- Matiguás, el Padre Raúl Villegas presidió la Eucaristía y mostró con alegría de reunirse nuevamente con el pueblo de Dios e hizo el llamado a todos los presentes a cumplir con las indicaciones que se les ha brindado para cuidar de su salud.
Los miembros del consejo parroquial fueron los encargados de recibir a los fieles con alegría e indicarles las medidas que se deberán de tomar al ingresar al templo y los feligreses con sencillez y obediencia cumplieron cada punto del protocolo sugerido por la Diócesis de Matagalpa.
“Se me enchinó la piel al escuchar el repique de campanas, ya me hacía falta ese sonido que me da aviso de que habrá Misa presencial” comentó una feligrés.
Por su parte el Padre Villegas recordó: “Han pasado seis meses desde nuestra última celebración, estábamos en Cuaresma cuando por medio de un Comunicado de la Diócesis de Matagalpa, a fin de evitar el Contagio masivo por la COVID-19 en la población, nuestros templos cerraron sus puertas e iniciamos una nueva experiencia al celebrar de forma virtual las Misas”.
Antes de cada Celebración el Padre Villegas dio una catequesis sobre la absolución general, invitando a aquellos hermanos que han vivido situaciones irregulares que si ya lo han reflexionado esta es la oportunidad que Dios les da de arreglar sus vidas y volver al buen camino. El párroco continuó diciendo consignas: “¿Dónde está la Iglesia de Cristo?¿Cómo está?¡Porque Cristo está, vivo, vivo! Y si Cristo Vive, vive su Iglesia”, fueron palabras que con emoción gritaban a una sola voz todos los presentes.
El Pbro. Villegas inició la homilía comentando que “el Evangelio nos habla de uvas, de viñedo, el salmo nos dice: La viña del Señor es la casa de Israel, y nosotros hermanos somos esa viña del Señor, la Iglesia Católica es la viña del Señor. El religioso hizo una pregunta a los adultos mayores para saber el parecer del pueblo, ¿Quiénes de ustedes piensan que esto que pasa en la actualidad es culpa de Dios? Y con sabiduría respondió Don Carlos Leytón: “Esto no es culpa de Dios, es culpa de nosotros, de nuestras desobediencia. Se nos recomendó quedarse en casa y muchos andamos como si nada estuviera pasando, no reaccionamos, ni escuchamos consejos”, resaltó.
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“Al ver tantas personas que dicen que ya querían regresar al templo que les hace falta recibir al Señor, reflexionaba sobre una frase que escuché por el mes de Septiembre a su Santidad Papa Francisco: De una Crisis no se sale igual, o se sale mejor, o se sale peor, y si después de haber vivido esta Pandemia seguimos en las mismas, no hay un cambio en nuestras vidas ¿Cuántas Pandemias, enfermedades tienen que pasar para que volvamos a Dios?”, concluyó el sacerdote.
Redacción: Hermana Guadalupe de Los Ángeles.
Diócesis Media, Parroquia Guadalupe, Matiguás.