El padre Vicente Martínez, de la parroquia Santa Lucía en ciudad Darío, recordó el domingo 9 de agosto, que “el domingo es día del Señor, día de convivencia familiar, día muy especial porque nos reúne como una sola Iglesia, para conmemorar la resurrección del Señor. Pero también para escuchar su Palabra la cual está esperando por nosotros. Esa palabra hoy nos dice: El Señor no es Dios de la tempestad, no es el Dios de la guerra, tampoco es el Dios de la injusticia”, Dios es Misericordioso incluso desde el silencio, “él es el Dios de la calma, él es el Dios del silencio amoroso”.
Explicando la primera lectura dijo que “encontramos reflejado todo este drama del lenguaje de Dios para con el profeta, su profeta. Ante la persecución no le queda más que huir. El profeta Elías no quiere morir. El Faraón le quería dar muerte por haberle dicho la verdad. Y es que como bien decimos: La verdad duele, y duele hasta el alma porque llega allí a la conciencia donde sólo Dios y el hombre se encuentran”
“La persecución a sus profetas es una injusticia ante los ojos de Dios. Quienes en nombre de Dios persiguen y condenan, no son mas que herramientas del demonio. El profeta Elías huye al monte Horeb, no para orar, huye desesperado porque lo querían matar”, relató.
En este punto dijo que en la vida nadie quiere morir, nadie quiere que lo crucifiquen, que lo injurien, que le hagan daño; “todos queremos vivir, sin embargo, cuando se trate de anunciar la verdad y denunciar las aberraciones, cuando de vivir conforme al Evangelio se trate, entonces no debemos tener miedo a quienes nos persiguen, nos odien y nos deseen la muerte”.
Iglesia reflejo de la Misericordia:
Aquí explicó que la Iglesia es reflejo de la Misericordia de Dios, es capaz de soportar todo por salvar al pueblo, “así lo señala también nuestro Obispo Monseñor Rolando Alvarez, porque lo que la iglesia prioriza siempre es la vida y la salud de su pueblo”. Por lo tanto, la Iglesia ha soportado odio y persecuciones, se deja calumniar y abofetear, ha cargado en su espalda la cruz porque sigue dando la vida por su pueblo. “Representa a esa barca que es azotada por las tempestades, pero, Cristo sale a su encuentro y nos dice que no tengamos miedo. Por eso, aunque surjan serios problemas en todos los ámbitos tanto en el ámbito social, político y económico; debemos darnos cuenta que con el Señor lo tenemos todo ganado. Identifiquémonos con esa Iglesia del Señor que hace vivir el cielo aquí en la tierra a través de la esperanza y la caridad”.
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Finalmente el padre Martínez recordó que “en todos los tiempos hay muchos que se creen salvador del mundo, quieren ser el todo y suelen decir: Si yo no estoy al frente, el pueblo se cae. Falso, no eres tú gobernante, ni tú líder, no eres tú fulano, el único salvador, es Cristo, él es quien no deja caer al pueblo y quien lo sostiene. Es él quien mantiene de pie a esta Iglesia que somos todos nosotros”.
Redacción: Josary Vargas y Jader Guido.