El padre Vicente Martínez durante su homilía este 21 de marzo, V Domingo de Cuaresma, en la parroquia Santa Lucia-Darío, reflexionó que la gloria de Jesús es completamente diferente a la gloria de los hombres que se sienten grandes y poderosos en este mundo, Cristo no está en un trono de oro, ni de poder, ni de mentira, ni de injusticia, el trono de Jesús es la Cruz.
El párroco también recordó las palabras del Evangelio de San Juan Donde expresa: “En verdad les digo, si el grano de trigo no cae en tierra y muere queda infecundo, pero si muere da muchos frutos, recuérdense que Jesús nos enseña que en la vida hay dos granos de trigo: el egoísta que se quiere escapar de la tierra, se quiere salir del surco, y el generoso que es Dios, el busca la profundidad de nuestro corazón, porque ahí debe de darse frutos para amar y conserva una eternidad”.
Tentación que enfrenta Jesús:
El padre además manifestó que en el Evangelio Jesús tiene una única tentación y es la de querer salir huyendo y escapar de la muerte, es una tentación fuerte para Jesús que incluso cuando ÉL está en Getsemaní le dice al Padre, aparta de mi este cáliz amargo, pero que se haga tu voluntad y no la mía: “Podríamos decir que, sin cruz, no hay vida, no hay resurrección, momento en el que se realiza plenamente el proyecto del Padre que es vida para todos”.
El sacerdote seguidamente recordó que en ciertos momentos los seres humanos cuando les llega ese momento duro de dejar este mundo sienten dolor, no quieren partir, incluso cuando tienen un familiar enfermo quisieran tenerlo toda la vida: “Hermanos, pero es una realidad irnos de este mundo, morir para este mundo es nuestro destino”.
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Para finalizar el presbítero Martínez invitó a los fieles pedirle al Señor poder darse cuenta que con la muerte no termina todo, que, si mueren que sea para resucitar con Él, en esta Pascua.
Redacción: Juana Ruiz, Diócesis Media, Parroquia Santa Lucio, Darío.