“En Nicaragua, se están levantando muchas voces. Unas transmiten odio, otras desesperanza, otras miedo, otras agitación, otras protagonismos indefinidos, otras también transmiten una cultura contra la vida”, dijo Monseñor Rolando Alvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa, el ll Domingo de Cuaresma, 28 de febrero 2021, en la Iglesia Catedral San Pedro Apóstol.
Al iniciar la Eucaristía el Prelado elevó una plegaria por Fray Javier Lemus, quien por tres años ejerció su ministerio como párroco en la parroquia Inmaculado Corazón de María, Iglesia San José, a quien le fue impedida por las autoridades de migración, la entrada a Nicaragua: “Vaya a él nuestro agradecimiento, cariño, fraternidad y solidaridad”. De igual forma pidió orar por el padre Carlos Blandón que recientemente viajó a España para cursar la Licenciatura en Teología Histórica y Bíblica en la Facultad de Teología de San Vicente Ferrer de la Arquidiócesis de Valencia, y por el padre Erick Díaz quien asume la parroquia San José Obrero en El Tuma.
Saludo a los hombres y mujeres de prensa:
Asimismo saludó a los periodistas nicaragüenses, quienes este lunes 1ero de marzo conmemoran su día nacional: “Orar por todos los Periodistas, pidiéndole al Señor que sigan informando con justicia, objetividad y veracidad, formando la conciencia social y comunitaria de acuerdo a los códigos éticos de esa profesión”, indicó.
Voces en Nicaragua:
“En Nicaragua, se están levantando muchas voces. Unas transmiten odio, otras desesperanza, otras miedo, otras agitación, otras protagonismos indefinidos, otras también transmiten una cultura contra la vida. Cuántos defienden la muerte en el seno de la madre, irrespentando el derecho básico y fundamental de la vida del inocente, siendo que si se falta a ese derecho humano, todos los otros derechos son también vulnerados, irrespetados, violentados.
Hay voces que igualmente se alzan contra la familia, tal y como Dios la fundó en el Génesis. Ante tantas voces, escuchemos la voz del Señor. Les he dicho en otras ocasiones, que se escucha la voz del Señor en el silencio. Les he dicho en otras ocasiones que los verdaderos libertadores vienen del silencio, del desierto, no de la prisa. Como dice la canción: “con una frase no se gana a un pueblo. Ni con un disfrazarse de poeta. A un pueblo hay que ganarlo con respeto. Un pueblo es algo más que una maleta perdida en la estación del tiempo esperando sin dueño a que amanezca. Con una frase no se gana a un pueblo. Ni con una palmada en su paisaje. Ni con un aprender de su lenguaje. Ni con una canción que impregne el odio y que llene tu negocio”. A un pueblo se le gana con respeto a su dignidad y a su trabajo.
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Escuchemos hermanos la voz del Señor transfigurado, porque así como El se transfiguró, nosotros, Nicaragua será transfigurada”.
Fotografías: Manuel Antonio Obando Cortedano.
Diócesis Media.