«En la palabra de Dios no perdemos la esperanza, por eso ahora nos tenemos que aferrar más y más a la palabra, ahora tenemos que hacernos más amigos de Jesús a través de la palabra», dijo Monseñor Rolando Alvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, al presidir la Eucaristía y administrar el sacramento de la Confirmación en la parroquia San Pedro de ciudad Darío, la mañana del sábado 13 de noviembre, luego de haber estado a primera hora en la parroquia Santa Lucía donde también administró la Confirmación.
Durante la homilía Monseñor Rolando José, recordó el éxodo de miles de hermanos nicaragüenses que tienen que salir del país a buscar mejores horizontes, agregando que seguramente ya es muy difícil encontrar un país en el mundo donde no haya un nicaragüense.
Seguidamente entre otros aspectos explicó que a los poderosos no les conviene que los jóvenes se conviertan y acepten a Cristo, porque cuando se descubre a Cristo ya no se acepta ningún yugo de nadie, a los poderosos les gusta un pueblo domesticado, un pueblo que no piense, a los poderosos les conviene una Iglesia muda, que no predique al pueblo la palabra de Dios, que no le platique al pueblo «como estamos platicando ahorita con alegría y en paz en el corazón, porque Cristo nos va liberando y ahí ya no aceptamos yugos”.
En la palabra de Dios se encuentra esperanza:
“Por eso nosotros en la palabra de Dios no perdemos la esperanza, por eso ahora nos tenemos que aferrar más y más a la palabra, ahora tenemos que hacernos más amigos de Jesús a través de la palabra. Por eso quiero pedirles a Fray Patricio y a los catequistas que les ayuden a obtener a un precio accesible un Nuevo Testamento a los nuevos confirmandos, y todos puedan obtenerlo. Suplico a los padres de familia, que lean ese trozo diario con sus padres y con sus hijos, léanlo en familia, no les quitará más de cinco minutos y ahí se ganarán la vida, ahí se ganarán el presente, el futuro de nuestras familias, comunidades y del país. Sigamos pidiendo al Señor: Ilumíname dime ¿qué me quieres decir? ¿Cuál es tu mensaje para mi?».
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Redacción y fotografías: Manuel Antonio Obando Cortedano.