Al presidir la Santa Misa el día jueves 23 de junio, día en que la iglesia católica celebró la Natividad de San Juan el Bautista, precursor de Jesucristo, el presbítero Vicente Martínez, párroco de la Parroquia Santa Lucía, Darío, animó a los fieles a imitar su ejemplo para testimoniar con valentía la luz del Evangelio.
«Hermanos San Juan el Bautista fue enviado por Dios para dar testimonio de la luz y preparar un pueblo bien dispuesto para el Señor, hoy el Señor nos invita a preparar sus caminos con ejemplo, a vivir en la verdad, a llevar a Dios a los hombres y los hombres a Dios, sin olvidar que la misión de ser profetas viene desde la vocación, el compromiso y la responsabilidad «, así lo recordó el Padre Martínez.
Desde la concepción los miembros de Cristo están consagrados al Señor:
Ante ello, el Padre Vicente manifestó que desde la concepción los miembros de Cristo están consagrados al Señor para ser Sacerdotes, Profetas y Reyes: «Hermanos al ser consagrados al Señor para ser profetas y anunciar el amor de Dios, también tenemos que compartir la misericordia de Dios, aun cuando nos toque lo más duro, denunciar el mal, la injusticia, porque un profeta verdadero no se acomoda al pecado personal, mucho menos al pecado social».
Los pecados sociales son las injusticias:
En este sentido, aclaró que los pecados sociales son las injusticias que se ven a los ojos del día y que al no denunciarlas se convierten en el hechor o cómplices: «Que duro es ser un buen profeta más ahora que hemos aprendido que la vida tiene valor sólo al donarla a los demás, y sabemos que al final lo que nos espera es la muerte, la cárcel y el exilio cómo en este país, pidamos al Espíritu Santo nos asista para cumplir esta misión, más aun cuándo nos invada el miedo y queramos retroceder».
Por último, invitó a no ser profetas acomodados que buscan los intereses personales, porque Cristo es la voz verdadera, es la palabra eterna del Padre, a su vez dijo que las voces se apagan incluso la de todos: «Un día se va apagar, porque nos vamos a morir, pero la voz de Cristo nunca se apaga”.
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Redacción: Zenelia Cordero Martínez
Diócesis Media Parroquia Santa Lucía, Darío.